Las profesiones, espacio seguro para la protección de los derechos humanos

Los derechos humanos como esencia profesional en sus cuatro generaciones.

En el marco de la conmemoración del 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, Unión Profesional ha organizado en el día de hoy un acto bajo el título ‘Los derechos humanos como esencia profesional en sus cuatro generaciones’.

Enfocado en el rol de las profesiones colegiadas en el marco de las cuatro generaciones de derechos humanos —derechos civiles y políticos; derechos económicos, sociales y culturales; los relacionados con el desarrollo tecnológico—, la sesión ha contado con la presencia de Victoria Ortega, presidenta de Unión Profesional, que ha introducido el acto apelando a «la necesidad de unos mínimos éticos». En palabras de la filósofa Adela Cortina, «si caemos en mínimos de humanidad, entonces nos deshumanizamos». De ahí que haya apelado a la universalidad y a la dignidad que emanan de la Declaración, y apeló al momento presente para desear  «un revestimiento de ética y deontología, y de afabilidad y solidaridad profesional a toda nuestra ciudadanía». 

La sesión se ha estructurado a partir de dos mesas redondas moderadas por Francisco Javier Ansuátegui, catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad Carlos III de Madrid y miembro del Instituto de Derechos Humanos “Gregorio Peces- Barba”, que ha buscado en sus intervenciones hacer balance de estos setenta y cinco años transcurridos, y poner sobre la mesa la evolución de los derechos humanos tanto desde la percepción en la esfera pública como a partir de los riesgos inherentes al actual escenario globalizado.

RETOS ANTE UN REALIDAD TRANSFORMADORA

En la primera mesa, titulada ‘Derechos Humanos. Retos ante una realidad transformadora’, la representante de ACNUR en España, Sophie Müller, calificaba la Declaración Universal de los Derechos Humanos como un «conjunto de herramientas para defender los derechos de los más vulnerables, entre los que se encuentran los 114 millones de personas desplazadas de manera forzosa». Algo que ha apoyado María Jesús Herrera, jefa de Misión de la Oficina Internacional de Migraciones (OIM), para quien se trata de una «responsabilidad compartida». 

Por su parte, Pedro López, ex miembro de la Junta Directiva de la Asociación Pro Derechos Humanos, declaraba que «estamos lejos de conseguir un mundo en paz», por lo que en la revisión de esta Declaración en nuestro tiempo supone un «balance poco positivo». Además, López ha recomendado la posibilidad de «volver a reflexionar sobre los elementos que reflejen la naturaleza humana»

Para Javier Bustamante-Donas, catedrático de Filosofía Moral de la Universidad Complutense de Madrid, la realidad que vivimos es fundamentalmente dinámica, por lo que es necesario fijarse en la «relación de la ética materializada en los derechos humanos y la ciencia y la tecnología propias de nuestro tiempo». Bustamante-Donas considera que «la tecnología es fuerte como herramienta y lo es también cuando propone metáforas de la realidad».

PROFESIONES, GARANTES UNIVERSALES 

La segunda mesa titulada ‘Las profesiones, garantes universales de los Derechos Humanos’, ha contado con la presencia de representantes de las corporaciones colegiales y fundaciones vinculadas a las mismas. Este es el caso de Berta Álvarez, coordinadora de la Fundación Abogacía, quien ha recordado la misión de las profesiones en general y de la abogacía en particular, «garantizar la justicia de toda la ciudadanía». Para ello, es necesario contar con herramientas e instrumentos que permitan la protección de los derechos de las poblaciones, destacando la Agenda 2030, especialmente, «el ODS 17 dedicado a las alianzas, como pueda ser la que poseen las profesiones agrupadas en Unión Profesional».

Fue Jorge Prades, vicesecretario-tesorero del Consejo General del Notariado, quien quiso hacer hincapié en la función de profesiones como la suya, garantes del cumplimiento de los derechos humanos y de la seguridad jurídica, destacando el papel de «asistencia, pero también de consejo e información de las profesiones, especialmente en el caso de la población más vulnerable». Esta actividad es acogida por la Fundación Aequitas, que enfoca su labor en la defensa de los derechos de las personas discapacitadas.

Alfredo Sanz Corma, presidente del Consejo General de la Arquitectura Técnica y vicepresidente de Unión Profesional, ha querido dirigir la mirada a «la aportación de conocimientos técnicos desde las profesiones en función de los que más lo necesitan»; más si cabe en la situación de emergencia climática en la que nos encontramos y a partir de la observación del concepto «habitar desde la perspectiva del cuidado, también en el caso de nuestro planeta».

Para hablar de aquellos derechos humanos de última generación, vinculados con las nuevas tecnologías, se ha contado con la presencia de Cristina Crespo, miembro del grupo de trabajo Ingenieras en Red, del Colegio de Ingenieros Técnicos en Telecomunicación. Crespo ha puesto de manifiesto la brecha digital que existe si se habla de acceso a las comunicaciones, imprescindibles para evolucionar en la sociedad del momento. En su opinión, es necesario que a la hora de llevar a cabo su diseño, también en clave política, se piense en los colectivos más vulnerables. Tal y como reveló el tiempo de la pandemia, «cualquiera en cualquier momento podemos ser vulnerables».

A modo de cierre, Francisco Javier Ansuátegui quiso destacar la interseccionalidad como elemento estratégico de los derechos humanos, «un discurso que ha de contextualizarse en la actualidad, teniendo presente la transición digital y medioambiental», evitando la «parcelación de identidades» y con el consejo de considerar a «las profesiones como lugar de dichos derechos».