50 años de un gran salto: visiones de un aniversario

Este verano recordamos cuando, por vez primera, los seres humanos dejamos nuestras huellas sobre la superficie de otro mundo. La hazaña del primer aterrizaje tripulado en…

Este verano recordamos cuando, por vez primera, los seres humanos dejamos nuestras huellas sobre la superficie de otro mundo. La hazaña del primer aterrizaje tripulado en la Luna fue lograda el 20 de julio de 1969 por la misión Apolo 11 con los astronautas estadounidenses Neil Armstrong y Edwin E. Aldrin Jr. junto con Michael Collins, que permaneció en órbita lunar.

La celebración está teniendo un eco considerable en nuestro entorno a través de múltiples actos (conferencias, jornadas, exposiciones, proyecciones, artículos, ediciones especiales e incluso conciertos), si bien se ha echado en falta una conmemoración oficial para poner de relieve la implicación de organismos y empresas de nuestro país en esta gesta.

España tuvo un papel muy destacado para el éxito del programa Apolo al formar parte de las redes de comunicaciones de la NASA alrededor del mundo. Mediante acuerdos bilaterales, entre 1960 y 1967 se construyeron estaciones de seguimiento espacial en Maspalomas (Gran Canaria), Robledo de Chavela (Madrid), Cebreros (Ávila) y Fresnedillas de la Oliva (Madrid), gestionadas conjuntamente por la NASA y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA).

Fueron precisamente técnicos de la instalación de Fresnedillas los responsables de asegurar las transmisiones entre el módulo lunar Eagle y el centro de control en Houston (Texas) durante el histórico primer alunizaje. Además, para garantizar el contacto con EE. UU., la entonces Compañía Telefónica Nacional de España construyó dos estaciones de enlace a través de satélites Intelsat, en Gran Canaria y en Buitrago del Lozoya (Madrid).

Una de las satisfacciones de este aniversario en nuestro país ha sido la publicación de una decena de libros, un fenómeno editorial poco habitual (y ello sin contar traducciones, cómics o literatura infantil), muestra sin duda del atractivo de esta aventura y de su impacto cultural.

 

Reseñamos varias novedades y reediciones dedicadas al primer alunizaje para quienes deseen ahondar en el tema sin prisas.

 

Apolo 11: la apasionante historia de cómo el hombre pisó la Luna por primera vez, publicado por editorial Crítica, es el primer libro del físico Eduardo García Llama, cuyos esmerados artículos de divulgación espacial ya sobresalían desde hace años.

Pese a los innumerables detalles técnicos y exhaustiva narración, se trata de una obra magníficamente escrita y que profundiza también en las emociones y psicología de los protagonistas. Otorga aún más atractivo al libro el hecho de que el autor trabaja en el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston (rodeado de astronautas, controladores y otros especialistas) y participa precisamente en el programa Orión, la versión moderna de la nave Apolo con la que la NASA volverá a la Luna, esta vez en colaboración con la Agencia Espacial Europea (que construye la parte no habitable del vehículo). García Llama logra así un relato excepcional sobre un viaje sin parangón que puede leerse casi como una novela, por más que el guion nos sea conocido a priori.

 

La carrera espacial: del Sputnik al Apollo 11, del historiador Ricardo Artola, analiza la gesta del primer alunizaje en el contexto del antagonismo entre las superpotencias del momento, EE. UU. y la URSS.

Se publicó en 2009 con ocasión del 40 aniversario del Apolo 11 y ha sido reeditado ahora por Alianza Editorial en formato de bolsillo. Artola se documenta con rigor y aporta abundantes referencias bibliográficas, uno de los puntos fuertes del libro. La crónica, más centrada en el ganador, es sucinta y de fácil lectura, y se completa con prácticas cronologías (no solo de acontecimientos espaciales), semblanzas de los principales protagonistas y una selección de fotografías ya icónicas. El autor dedica también una pequeña sección a los escépticos de los viajes a la luna, refutando sus principales teorías revisionistas. Es un librito muy oportuno para un primer acercamiento al tema y extraordinariamente útil como material educativo.

 

Viaje a la luna: curiosidades y hechos fascinantes que todavía no conoces es una obra colectiva de los periodistas Nacho Montero, Cristina Mosquera y Javier Reyero y fue presentada por LID Editorial ya en plena conmemoración del viaje.

Su formato es vistoso, gracias a una decena de infografías a cargo del ilustrador Miguel Ángel Fernández (que recogen la información básica y datos generales de la misión) así como por la estupenda reproducción de las fotografías y la calidad del papel. El énfasis del texto lo constituyen las historias en segundo plano y anécdotas que humanizan la grandiosidad de esta epopeya moderna. Autores y editorial se han esforzado por estar al día, comentando recientes intentos de China e Israel para enviar sondas a la Luna —con variado éxito— así como los planes de regreso de la NASA. Muchas personas no atraídas por lecturas técnicas o de divulgación mostrarán seguramente curiosidad por este enfoque original y desenfadado.

 

El gran salto al abismo: la extraordinaria historia de un técnico español de la NASA en la exploración del espacio, primera obra del escritor Jesús Sáez Carreras, contribuye oportunamente a cubrir la escasez de memorias de participantes directos en aquellos acontecimientos.

El interesante libro de la editorial Next Door Publishers narra la trayectoria vital y profesional del técnico Carlos González Pintado, quien a lo largo de más de 43 años trabajó para los programas de la NASA en las estaciones cercanas a Madrid en sucesivas responsabilidades. El relato personal se entrelaza con el marco social contemporáneo que se vivía en España y con pinceladas de las diferentes misiones que tanto Estados Unidos como la Unión Soviética iban lanzando en su arriesgada carrera espacial. No es nada frecuente, por cierto, que un libro sea prologado y epilogado por sendos astronautas estadounidenses, lo que da idea del reconocimiento que se ha granjeado el protagonista de esta peculiar historia.

 

La conspiración lunar ¡vaya timo!, del físico Eugenio Fernández Aguilar, se publicó coincidiendo con el 40 aniversario del Apolo 11 en la colección de azote a la pseudociencia de la editorial Laetoli.

Fernández Aguilar es profesor de Secundaria y conoce bien el problema de presentar a chavales (en realidad, a cualquier persona sin criterio formado) conocimientos adecuadamente argumentados en respuesta a la profusión de material fraudulento e infundado, cuando no claramente malintencionado, que se ofrece en internet. Es necesario recuperar este título ahora que los medios de comunicación se han empeñado en garantizar, quizás sin quererlo, la pervivencia de las teorías negacionistas que intentan socavar el mérito histórico de las misiones a la Luna. Mediante el análisis minucioso de cincuenta de estas teorías —y su consecuente refutación— el autor recopila multitud de detalles acerca del programa Apolo, astronáutica o física fundamental. Es una publicación de gran utilidad para comunicadores y educadores, así como para atajar la desinformación en nuestro entorno familiar o laboral.

 

En total doce hombres, en seis misiones Apolo, caminaron sobre la superficie lunar entre 1969 y 1972. Esa exploración impulsó nuevos descubrimientos y desarrollos en todas las disciplinas científico-técnicas, plenamente incorporados ya en nuestras respectivas profesiones y en la vida cotidiana, y supuso además un punto de inflexión en la historia geopolítica y la apreciación medioambiental hacia nuestro propio planeta. Merece la pena aprovechar este aniversario para volver a revivir aquella época irrepetible o conocer los acontecimientos por vez primera y, sobre todo, extraer enseñanzas para una época diferente con sus propios retos.

 

Carlos Herranz Dorremochea, responsable de Comunicación del Colegio Oficial de Físicos (COFIS)