Unión Profesional y ACNUR celebran un encuentro con los participantes en la segunda fase de Inicio Profesional

Se publica un video con las opiniones de algunos de los participantes.

Baraka, Enrique y Juan Antonio son algunos de los participantes en la segunda fase de Inicio Profesional para personas refugiadas, un programa centrado en la orientación y acompañamiento profesional de jóvenes con estudios superiores que se han visto obligados a abandonar su hogar. A través de una conversación distendida, a la que se puede acceder en este enlace, alumnos y mentor intercambiaron pareceres el pasado mes de diciembre, relatando su experiencia a lo largo de los meses que ha durado este proyecto desarrollado por ACNUR y Unión Profesional.

«Considero que el programa ha sido un medio realmente muy interesante y muy bueno, que creo que me ha abierto puertas que no consideraba que se abrieran», apuntaba Enrique, un joven nicaragüense alumno de Inicio Profesional. En la misma línea se mostraba Baraka, otro de los jóvenes alumnos del programa, procedente de Tanzania, quien considera «fundamentales» las cosas que ha aprendido durante estos meses. Para ello, destacaba la importancia de haber contado con profesionales que le han permitido adquirir una visión completa acerca de cuestiones que se han de tener en cuenta cuando se llega a un país. «Si alguien que viene no sabe bien del país e incluso si viene sabiendo, esto le va a ayudar muchísimo a centrarse. Le va a abrir la puerta de la realidad sobre qué es eso. Si viene a trabajar, tiene que saber la ley, tiene que saber qué hacer para conseguir sus papeles, qué tiene qué hacer para tener una buena relación con sus compañeros y su trabajo…». Ambos coincidían, a su vez, en haber cultivado la paciencia, gracias a sus respectivos mentores, quienes además de brindarles sus conocimientos se habrían mostrado muy cercanos.

Por su parte, Juan Antonio, ingeniero industrial y mentor de Baraka, destacaba como el programa le habría servido para darse cuenta de «las ganas de vivir, trabajar y salir adelante», que tienen muchas personas, pese a sus dificultades. «Aparte de enriquecedor personalmente, profesionalmente es un reto», apuntaba.

PRINCIPIOS DE INICIO PROFESIONAL Y PRÓXIMAS EDICIONES

Coincidiendo con el Día Mundial de las Personas Refugiadas, 20 de junio, la Oficina de ACNUR en España organizaba en el año 2023 el Foro España con los Refugiados, un evento en el que diferentes organizaciones de la sociedad civil tuvieron la oportunidad de presentar proyectos dirigidos a la integración de las personas refugiadas. Fue durante la celebración de dicho Foro, cuando Unión Profesional se comprometió con ACNUR a favorecer la inclusión socioeconómica de jóvenes refugiados y, concretamente, a mejorar su incorporación y acceso al mercado de trabajo.  Para ello, se diseñó un programa específico, basado en el programa formativo y de empleabilidad bajo el nombre de “Inicio Profesional”, que cuenta con varias ediciones a sus espaldas. Dividida en dos fases, la iniciativa se ha encomendado a la orientación y acompañamiento profesional de personas refugiadas con estudios superiores.

Si bien, la primera fase, celebrada en abril del 2024, lo conformaban sesiones teórico-prácticas dirigidas a abordar la vocación, los valores profesionales y aplicación de la deontología profesional, la adaptación al mercado de trabajo, la búsqueda activa de empleo y los derechos laborales, la segunda parte del programa ha ofrecido a los estudiantes un acompañamiento personalizado, gracias a la participación de profesionales colegiados voluntarios. Con ello, se favorecía que los jóvenes refugiados pudieran contar con una figura profesional de referencia a la que poder trasladar sus inquietudes y necesidades.

PRÓXIMAS EDICIONES

A la espera de convocar próximas ediciones, el programa de Inicio Profesional para personas refugiadas ha resultado ser una experiencia muy beneficiosa para ambas partes, acercando, por un lado, la cultura colegial a los jóvenes refugiados y sensibilizando a los profesionales con una realidad que a día de hoy afecta a más de 110 millones de personas en el mundo.