Una mirada transversal que garantice los derechos personalísimos de los mayores

HelpAge y Unión Profesional trabajan en una guía de buenas prácticas sobre la materia.

Todas las personas, sin distinción, poseen una serie de derechos inherentes e intransferibles, que conforman la dignidad del ser humano. Son los denominados derechos personalísimos, que contemplan la integridad física y moral de una persona y cuyo incumplimiento repercute en la identidad del individuo, anulando su personalidad.  

Las personas mayores ven vulnerados muchos de estos derechos, entre los que se encuentra la privacidad, afectando negativamente a su autonomía y dignidad. Así lo constata el reciente informe elaborado por HelpAge International España, Los derechos personalísimos y la privacidad de las personas mayores, presentado el 17 de enero en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales. El documento forma parte de la colección Los derechos humanos de las personas mayores en España: la igualdad y no discriminación por razón de edad, iniciada en el año 2020.

Paralelamente, HelpAge y Unión Profesional estarían trabajando en una guía de buenas prácticas, dirigida principalmente a profesionales y organizaciones que trabajen con personas mayores y que tiene por cometido fomentar el buen trato.

LOS DERECHOS PERSONALÍSIMOS Y LA PRIVACIDAD DE LAS PERSONAS MAYORES

Dividido en nueve capítulos, el informe muestra desde una perspectiva transversal como el edadismo invisibiliza a las personas mayores y las despoja de sus derechos. Para ello, realiza un análisis completo de la situación, identificando los problemas a los que se enfrentan estas personas y formulando una serie de recomendaciones dirigidas a las administraciones públicas, las empresas y el conjunto de actores que integran la sociedad civil. «Lo más importante es que este debate se ponga sobre la mesa de políticos, legisladores y profesionales», recordaba Isabel Martínez, presidenta de HelpAge durante el acto de presentación del informe. Con este documento se busca crear un espacio de reflexión “riguroso” que permita cambiar esta realidad. Los capítulos son abordados por diferentes profesionales del ámbito académico y jurídico, quienes plantean cuestiones acerca de cómo el edadismo invisibiliza a las personas mayores, provocando la ausencia o la dispersión de datos específicos en torno a los derechos del colectivo, la vulneración del derecho al honor y a la propia imagen o la exposición de la intimidad en entornos sociosanitarios, entre otros.

Presentación del informe en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales

ATENCIÓN INTEGRAL Y RESPETO A LA PRIVACIDAD

Una de las cuestiones que se plantea en el documento hace referencia a la necesidad de implantar un modelo de atención integral y centrado en la persona, en el que se contemplen las preferencias o necesidades de la persona, así como su derecho a la intimidad y privacidad. Se puede acceder al estudio y modelo de referencia elaborado por Unión Profesional sobre la Atención Integral de las Personas Mayores.

Para Mª del Carmen Barranco, Catedrática de Filosofía del Derecho de la Universidad Carlos III de Madrid y una de las participantes en el estudio, la privacidad de las personas mayores no se respeta, pese a estar reconocida tanto nacional, como internacionalmente. «El problema es la interpretación que se hace de las situaciones en las que se pueden encontrar expuestas a una falta de privacidad», apuntaba durante su intervención. Según Barranco, este derecho se iría debilitando con el paso de los años.

COLABORACIÓN ENTRE PROFESIONALES

Visibilizar la realidad de las personas mayores requiere de un mayor número de profesionales dedicados a la estadística, política o sociología encomendados a este grupo poblacional, de manera que se pueda contar con un diagnóstico exhaustivo sobre el colectivo. En esta línea se mantenía Fernando Flores Giménez, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Valencia y patrono de la Fundación HelpAge International España, quien alegaba la importancia de adoptar una visión transversal, que favorezca el intercambio de conocimiento entre profesionales. Asimismo, Flores, apuntaba que las personas mayores sean vistas «no sólo como sujetos de cuidados, sino también de derechos», dándoles el espacio que merecen en la sociedad. «Si no hay derechos sociales, no hay derechos civiles», sentenciaba Flores.