Primeros datos para el mapeo de una nueva situación: en el entorno de Consejos Generales y Colegios Profesionales de ámbito nacional, y entre los y las profesionales de a pie
En su interés por conocer el impacto directo e indirecto del COVID-19 en el desempeño de las profesiones y sus Consejos Generales y Colegios Profesionales de alcance nacional, Unión Profesional ha llevado a cabo una Consulta entre sus miembros pertenecientes a los ámbitos jurídico, sanitario, de economía y empresa, arquitectura, ingeniería, científico, social y docente.
El teletrabajo en las corporaciones colegiales
Los resultados nos ofrecen una imagen inédita y de gran utilidad hasta el momento en muchos aspectos. Destacamos en la presente nota el fenómeno del teletrabajo y, particularmente, su implantación en estas 34 corporaciones colegiales. A la luz de los datos, el balance general muestra que, al menos, durante el periodo más intenso del estado de alarma la gran mayoría de ellas continuó su funcionamiento con el 100% de teletrabajo de sus plantillas, y una media aproximada del 98%. Más en particular, cabe apuntar que en los ámbitos jurídico y sanitario la opción del teletrabajo, a pesar de ser ampliamente aplicado bordeó en algunos casos el 90% o, de forma excepcional, se registró por debajo del 80% debido a su singular actividad de servicio. En el resto, el 100% fue la tónica general.
Lo llamativo de este contexto, como en otros sectores, ha sido la notable capacidad de adaptación para transitar con una celeridad extraordinaria de una modalidad de trabajo presencial fuertemente arraigada a una práctica totalidad de la labor habitual desde los hogares de los cargos tanto políticos, como técnicos que caracterizan a las corporaciones colegiales. De hecho, los porcentajes de teletrabajo anteriores a la pandemia que se apuntan en la consulta, salvo alguna excepción notoria, apenas rozaban el 5%, en otros casos se aplicaba una cierta flexibilidad puesta a disposición de las plantillas, o incluso era escasamente utilizado.
Con todo, a medida que se recupera parte del ritmo socioeconómico habitual sí parece observarse una incipiente normalización de la actividad presencial que habrá que calibrar en qué porcentaje efectivo de uso deja el teletrabajo. Entretanto, uno de los escenarios más probables sería un régimen mixto al principio por cuestiones de seguridad y se prevé, a medio plazo, un empleo y disponibilidad más elevada de esta opción.
Encuesta a profesionales sobre teletrabajo
En esta línea, Unión Profesional ha contribuido a la difusión de la encuesta de la Unión de Técnicos y Cuadros de UGT (UTC-UGT) en el marco del convenio firmado por ambas entidades. Una consulta dirigida a los y las profesionales de a pie cuyos resultados muestran que el 34% de los encuestados han visto incrementada su jornada laboral de manera injustificada; que apenas el 22% tenía regulada la modalidad de teletrabajo con anterioridad a la declaración del estado de alarma; y que el 64% no ha tenido formación específica para teletrabajar. El 45% asegura no tener medios para registrar su jornada laboral y el 31% no tiene garantizado el derecho a la desconexión.
Uno de los principales problemas a los que se han visto abocados los y las profesionales ha sido la conciliación de la vida laboral y personal en el periodo de confinamiento, teniendo un 55% de las personas encuestadas menores a su cargo. No obstante, el 61,9% considera que el teletrabajo es una herramienta que facilita la conciliación y la corresponsabilidad, pero se ha de llevar a cabo teniendo en cuenta todos los escenarios.
El 34% de los encuestados han visto incrementada su jornada laboral de manera injustificada; apenas el 22% tenía regulada la modalidad de teletrabajo con anterioridad a la declaración del estado de alarma; y el 64% no ha tenido formación específica para teletrabajar
A este respecto, Paula Ruiz, coordinadora de la UTC-UGT, en el marco de la mesa redonda virtual organizada por el Consejo General del Trabajo Social dedicada a la brecha digital, hace especial énfasis en los sesgos de género a la hora de repartirse el trabajo de cuidados y mantenimiento del hogar. En este sentido, y tal y como apunta un reciente informe publicado por el Instituto de la Mujer, se recomienda que el teletrabajo se establezca teniendo en cuenta el enfoque de género y atendiendo al principio de corresponsabilidad.
Otro de los aspectos importantes de esta encuesta es el relacionado con la seguridad y la salud en el entorno laboral. A este respecto, mientras el 51% traslada que ha sido informado sobre prevención de riesgos laborales, el 84% reconoce que su empresa no ha comprobado si el lugar donde la persona encuestada ha decidido teletrabajar reúne las condiciones adecuadas para hacerlo. Asimismo, en lo que respecta a programas de apoyo psicológico, el 56% asegura carecer de ellos y el 64% echa en falta información sobre los posibles riesgos físicos, psicológicos y sociales consecuencia de la pandemia.
En lo que respecta a equipamientos profesionales, cabe destacar que el 48% de encuestados asegura no haber recibido ningún equipo de su empresa, teniendo que disponer de sus recursos personales o adquiriéndolos ex profeso. El 85,5% manifiesta haber corrido con los gastos derivados del acceso a Internet.