El Consejo Europeo de las Profesiones Liberales (CEPLIS) organiza un encuentro entre instituciones europeas y profesiones liberales para abordar la igualdad de género
El pasado 29 de marzo, el Consejo Europeo de las Profesiones Liberales (CEPLIS), al que pertenece Unión Profesional, organizó un encuentro entre instituciones europeas y profesiones liberales enfocado en los retos de la igualdad de género en la Unión Europea.
Introdujo la sesión Gaetano Stella, presidente del CEPLIS, subrayando cómo «los retos en materia de igualdad de género en el ámbito de nuestra categoría socioeconómica, dentro de la Unión Europea, son reales y concretos». Entre los recogidos en el Manifiesto de CEPLIS publicado en el Día Internacional de las Mujeres, igualdad de ingresos, igualdad de roles e igualdad en la representación dentro de los órganos institucionales y en las respectivas asociaciones profesionales.
Victoria Ortega, presidenta de Unión Profesional y vicepresidenta primera de CEPLIS, intervino como coordinadora del Grupo de Trabajo de Igualdad de esta organización y destacó la importancia de la transversalidad de la perspectiva de género en la cultura profesional: «Hablamos de una cultura profesional comprometida con el medio ambiente y la igualdad de género, clave para la consecución real y efectiva en todos aquellos aspectos que influyen en las profesiones y la sociedad, como son la ética profesional, las vocaciones y la formación continuada, la brecha salarial, y la lucha contra la violencia de género».
RETOS PRESENTES Y FUTUROS
Si en el año 2021 toda la actividad se centró en cómo la pandemia había impactado negativamente en los avances experimentados en los últimos tiempos en materia de igualdad, y se reivindicó el liderazgo de las mujeres para poder revertirlos, este año el foco discursivo en torno al Día Internacional de las Mujeres ha venido marcado por las políticas en materia de sostenibilidad que se han de diseñar entre todas las partes para asegurar el mañana.
En esa línea, Helena Dalli, comisaria europea para la Igualdad, apuntó en su intervención cómo la Estrategia de Equidad de Género 2020-2024 de la Comisión Europea está orientada, entre otras cuestiones, a «establecer y reforzar herramientas que garanticen que las mujeres y las niñas puedan disfrutar de las mismas oportunidades y alcanzar así su máximo potencial, también en el mercado laboral, como empresarias y líderes».
María Eugenia Rodríguez Palop, vicepresidenta de la Comisión de Derechos de las Mujeres e Igualdad de Género del Parlamento Europeo, abundó en que, para que las políticas sean efectivas, se han de identificar las barreras artificiales a las que han de enfrentarse las mujeres, como el techo de cristal, las segregaciones ocupacionales y formativas, las brechas digitales y salariales, o los horarios inflexibles, que afectan a la conciliación y la corresponsabilidad. Desde su punto de vista, «se necesita heterogeneidad en todos los ámbitos, incluidas las empresas». Para ello, es importante mejorar la transparencia y la diversidad en el proceso de empleo, cuestiones que están siendo debatidas en normativas como la Directiva de Transparencia Salarial o la Directiva de Salarios Mínimos.
Ody Neisingh, miembro del Grupo de Diversidad del Consejo Económico y Social Europeo (CESE) y coordinadora de WOMEN Inc. -organización holandesa dedicada a la promoción de la igualdad de género en el entorno empresarial-, subrayó la importancia de poder contar con referentes, mujeres profesionales como modelos a seguir, para romper los estereotipos de género en el entorno emprendedor: «No puedes ser lo que no puedes ver», apuntó, a la vez que alentó a las instituciones a analizar las causas de las disparidades en la financiación dado que las mujeres están especialmente infrarrepresentadas en el capital riesgo, por ejemplo, «y no por un problema de rentabilidad y buena gestión ya que las empresas fundadas por mujeres, según los datos, generaban el doble de ingresos por cada dólar invertido». Es por esta razón que alentó a las instituciones a investigar sobre cuáles son las barreras que dificultan este acceso, así como a crear fondos e instrumentos financieros específicos para apoyar el espíritu empresarial de las mujeres.