El Congreso de los Diputados acoge la presentación del libro de Jordi Ludevid, ‘Una ciudad de profesiones’.
En un acto híbrido en cuanto a sus localizaciones —Congreso de los Diputados y Colegio de Arquitectos de Cataluña— Jordi Ludevid, expresidente de Unión Profesional, presentó su obra ‘Una ciudad de profesiones’ el pasado 4 de junio.
Introducido y moderado por la decana del Colegio de Arquitectos de Cataluña, Assumpció Puig, para quien este libro supone el «reconocimiento de trayectorias y proyectos comunes», símbolo preciso de que «las profesiones y el progreso van de la mano», este evento virtual contó con la presencia de, por parte de las profesiones colegiadas, Victoria Ortega, presidenta de Unión Profesional (UP), y Lluís Comerón, presidente del Consejo Superior de Arquitectos (CSCAE).
Así mismo acudieron también otras personalidades que quisieron acompañar al autor en esta relevante fecha, algunas de ellas, presentes con sus aportaciones en la edición de ‘Una ciudad de profesiones’, tales como Victoria Camps o Javier Gomá, ambos reconocidos filósofos y pensadores de nuestro siglo.
Además del autor, Jordi Ludevid, quien agradeció la organización de esta presentación y anunció una próxima versión en inglés, por parte del Congreso de los Diputados, intervinieron igualmente, Meritxel Batet y Ana Pastor, presidenta y vicepresidenta segunda de la Cámara Baja, respectivamente.
«El profesionalismo es algo muy nuestro, español, europeo, occidental», precisó en su intervención Ludevid, definiendo su obra como un «sencillo ensayo que habla de nuestras ciudades y nuestras profesiones, y por ende, también sobre nuestra democracia».
Sensibilidad, pasión y compromiso
Lluís Comerón quiso poner el acento en las transformaciones que estamos divisando: «todos los agentes se encuentran en plena transformación. Uno de los mayores retos para los profesionales es entender dicha transformación», para lo que ‘Una ciudad de profesiones’ puede servir como útil ayuda y así conseguir que ese ansiado cambio «sea el mejor posible».
Por su parte, la presidenta de Unión Profesional, Victoria Ortega, destacó la presencia de tres miradas diferentes en la obra del arquitecto y urbanista: «sensibilidad del arquitecto, pasión del profesional y compromiso del demócrata». Ortega consideró ‘Una ciudad de profesiones’ como una obra necesaria y extraordinariamente oportuna pues propone «un paisaje que nos resulta atractivo» para su aplicación como garantía de progreso.
Javier Gomá: «Solo podemos ser profesionales si antes somos ciudadanos»
Fue Javier Gomá, el filósofo que se refirió a la doble especialización de las profesiones (del corazón y del oficio), «que no es enemigo de la individualidad». Para Gomá «las profesiones están en el origen del pensamiento y de la literatura occidental», y por eso el tema elegido en este libro es un acierto, recalcando que «solo podemos ser profesionales si antes somos ciudadanos».
La consejera permanente de Estado, Victoria Camps, quiso definir el libro de Jordi Ludevid, como «un estudio de ética profesional, con profundidad encomiable», puesto que «la profesionalidad debe entenderse como un deber cívico – la excelencia profesional como esa deuda de las personas con respecto a la sociedad y el mundo en general – ».
Victoria Camps: «La profesionalidad debe entenderse como un deber cívico»
Durante el evento y ya en el turno de las personalidades políticas, fue Ana Pastor, quien se acercó a la trayectoria del autor, que definió como «fructífera y con huella». Para la vicepresidenta segunda del Congreso de los Diputados, ‘Una ciudad de profesiones’ ofrece «una visión integral, profunda y rica sobre el sentido de las profesiones en el hoy y en el mañana, vinculados al individuo», destacando «la perspectiva ética y solidaria de este libro».
Meritxel Batet, encargada de cerrar el turno de intervenciones, subrayó las tres propiedades principales de una obra que espera que sea la primera de otras muchas dedicadas a la misma temática: «sabiduría que se alcanza en el ejercicio de la profesión y en el ejercicio de la ciudadanía, amor por la propia tarea y compromiso ético con los principios de la profesión, pero también ético y político con la sociedad en la que el profesional lleva a cabo su tarea». Es indiscutible, entonces, «la vocación de servicio del profesional». Su expresión de un ‘ideal’ – el deber ser– hace que pueda considerarse ejemplo de los libros de los Elogios.