Más allá del TTIP, TISA y CETA

Breve guía sobre los acuerdos comerciales que negocia la Unión Europea con Japón, Mercosur y México  En un escenario político donde las pulsiones proteccionistas son cada…

Breve guía sobre los acuerdos comerciales que negocia la Unión Europea con Japón, Mercosur y México

 En un escenario político donde las pulsiones proteccionistas son cada vez más frecuentes, esencialmente, desde la administración americana encabezada por Donald Trump, la Unión Europea (UE) no quiere perder el paso en su estrategia de trazar grandes alianzas comerciales y mantener su posición a nivel internacional. Su impulso en los movimientos con Japón, el bloque Mercosur y México responden, en gran medida, al parón experimentado en la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión con EE.UU. (TTIP, en inglés) y en el Acuerdo sobre Comercio de Servicios con más de 50 países involucrados (TiSA, en inglés). 

El acuerdo político con Japón se cerró el 6 de julio, pero aún quedan cuestiones técnicas por consensuar

Sin duda, el compromiso más avanzado y de mayor envergadura que aborda actualmente la Unión Europea (UE) es el que desarrolla con Japón y que recibe el nombre Japan-UE Free Trade Agreement (JEFTA). Tan es así, que el pacto político se rubricó el pasado de 6 de julio en Bruselas de la mano del primer ministro nipón, Shinzo Abe, y del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. Un tratado que comenzó a fraguarse en el 2012 y que después de 18 rondas negociadoras, la última en abril de este año, toma un mayor empuje. Si bien, los encuentros a nivel técnico aún continuaran en los próximos meses. El objetivo es que haya un borrador definitivo a finales del 2017 para permitir iniciar los procesos de ratificación nacionales y pueda entrar en vigor en el 2019. Ello encaja si enfocamos la unión en términos de dimensión, pues el propio Abe apuntó que ambas regiones suponen a nivel mundial el 10% de la población, el 40% del comercio y el 30% del PIB.

Según la propia Comisión Europea (CE), el acuerdo tiene tres grandes propósitos: eliminar aranceles, eliminar normativas que dificultan el comercio y mostrar al mundo que la UE y Japón rechazan el proteccionismo. En relación a los distintos sectores se espera que las empresas europeas de productos agroalimentarios, maquinaria eléctrica, productos farmacéuticos, dispositivos médicos, vehículos de motor, equipo de transporte, textil, calzado y productos forestales se vean beneficiados. Mientras, si nos centramos en el sector servicios —sobre el que Eurostat arroja algunos datos—, la CE sostiene que las telecomunicaciones, el transporte, la distribución, los servicios financieros y los servicios empresariales serían los sectores con mayor impacto positivo. Precisamente, cabe señalar que es en los servicios empresariales donde pueden contenerse algunos de los servicios prestados por profesionales.

A tal efecto, hay que mencionar que el acuerdo de reconocimiento mutuo entre ambas zonas vigente desde el 2002 no recoge este ámbito. En consecuencia, habrá que seguir con atención como se articula el comercio del resto de servicios. En esta línea, es interesante referir que tanto Japón y la UE mantendrán su capacidad de regular sus mercados de servicios, aunque de forma no discriminatoria. Igualmente, es subrayado que los servicios públicos como la sanidad o la educación no están sobre la mesa.

Se espera cerrar un acuerdo con el bloque Mercosur antes de final de año

Otro de los grandes tratados que también se emprende desde el ámbito europeo es con el bloque Mercosur conformado por Argentina, Paraguay, Brasil y Uruguay. Un vínculo que albergó sus primeros contactos en el 2010 y que después de 9 rondas negociadoras quedó pausada en el 2012. Desde entonces, en octubre del 2016 se ha vuelto a retomar el contacto con el intercambio de algunos borradores que abarcan cuestiones como las tarifas, reglas de origen, obstáculos técnicos al comercio, medidas sanitarias y fitosanitarias, servicios, contratación pública, propiedad intelectual, desarrollo sostenible y pymes, entre otros. En este sentido, crece el número de voces que defienden que el acuerdo podría cerrarse antes de final de año durante la reunión de la Organización Mundial del Comercio en Buenos Aires. Entre ellas, la negociadora de la UE, la italiana Sandra Gallina, el ministro español de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis y la comisaria de Comercio de la CE, Cecilia Malmström. Entretanto, el próximo encuentro a nivel técnico tendrá lugar en Brasilia a primeros de octubre.

Reforzar la alianza comercial con México

Más incipiente pero con la misma intensidad son las conversaciones que mantienen la UE y México que comenzaron en mayo del 2016 con la intención de modernizar el Acuerdo Global del año 1997 donde se establecen las normas de comercio entre ambas zonas. Así, desde el pasado año ya se han celebrado cuatro rondas negociadoras. Concretamente, parecen registrarse avances en acceso a los mercados de bienes, medidas sanitarias, comercio de servicios, inversión, comercio y desarrollo sostenible, energía y materias primas. Para el caso de las profesiones y, en particular, para España se trabaja en confeccionar un reconocimiento mutuo de los estudios para facilitar el movimiento de profesionales entre ambos países. En cuanto a su horizonte de finalización, el propio ministro Dastis, también confía en que llegue a buen puerto antes de que finalice el 2017. En el transcurso, la quinta ronda negociadora será en Bruselas en septiembre y está prevista una última en México a finales de noviembre.