El uso excesivo de tecnicismos, la imprecisión terminológica o los bulos y las noticias falsas favorecen la desinformación, convirtiéndola en un problema a gran escala. Ante este escenario, las organizaciones colegiales han de adoptar las técnicas precisas para situarse como entidades referentes a la hora de aportar información verídica y de calidad.
En esta línea, el 17 de septiembre Unión Profesional en colaboración con Aranzadi La Ley Formación celebraron el webinario Claves para llevar el lenguaje claro al ámbito profesional, impartido por Antonio Martín, CEO de Cálamo & Cran y EnClaro. El encuentro integra una serie de ciclos formativos, al que precede Desinformación: un reto profesional y colectivo del siglo XXI, conducido por Nereida Carrillo, presidenta de Learn to check. A través de estas sesiones teórico-prácticas se persigue mejorar la comprensión y transmisión de los mensajes e información sobre qué son y qué hacen las profesiones, lo que, a través del lenguaje claro, otorga una mayor certidumbre y seguridad a la ciudadanía.
Durante la jornada, los asistentes recorrieron la normativa en materia de lenguaje claro, el impacto que tendría el uso de la inteligencia artificial sobre el mismo, además de ofrecer pautas a los colegiados para su implantación en la organización colegial, entre otras cuestiones. Como punto de partida, Antonio Martín destacaba la importancia de la empatía en el uso del lenguaje claro y de ponerse en el lugar de quien recibe la información. «Consideramos que la pérdida de información en el juego de comunicación, es pérdida de derechos. Y precisamente el lenguaje claro trabaja por el derecho a entender», destacaba Antonio Martín. De hecho, la importancia que estaría alcanzando el lenguaje claro sería tal, que incluso se estaría planteando la posibilidad de que se incluya como un nuevo ODS.
Desde la asociación internacional sobre lenguaje claro PLAIN, lo definen como aquel que se consigue cuando la lengua, la estructura y el diseño son tan claros que el destinatario puede encontrar fácilmente lo que necesita, comprender lo que encuentra y tomar una decisión en base a esa información.
«Consideramos que la pérdida de información en el juego de comunicación, es pérdida de derechos. Y precisamente el lenguaje claro trabaja por el derecho a entender»
El uso de este tipo de lenguaje se ha ido acrecentando en los últimos años, tanto desde el sector público, como privado, dando lugar a diversas iniciativas como la recién puesta en marcha Red Panhispánica de Lenguaje Claro. En el aspecto normativo, destaca la norma UNE- ISO 24495-1:2024 que define los principios y directrices generales para elaborar documentos en lenguaje claro, o más específicamente, el Proyecto de Ley Orgánica de Derecho de Defensa, cuyo artículo noveno hace refiere al derecho a un lenguaje claro en los actos, resoluciones y comunicaciones procesales.
La ausencia de un lenguaje claro supone una pérdida de derechos, lo que quedaría constatado a través de estudios como el realizado por Prodigioso Volcán, que evidencia como al menos el 85% de los trámites de la Administración no son claros. Asimismo, un informe elaborado por ATA y CEPYME revela que el 40% de las ayudas se pierden, porque no se entienden.
Las corporaciones colegiales, dada su cercanía con la ciudadanía, desempeñarían un papel muy importante a la hora de trasladar una información clara y, por tanto, generar sobre esta una mayor confianza y seguridad. El uso de un lenguaje claro no solo supone un ejercicio de transparencia, sino que permite optimizar tiempos y costes.
A esta jornada le dará continuidad un próximo webinario que, previsiblemente, se celebrará el mes de noviembre y que tiene por objetivo seguir profundizando en el compromiso de las profesiones colegiadas en el uso de un lenguaje claro, así como seguir impulsando acciones a favor de la seguridad y certidumbre, tal como apunta el estudio Organizaciones colegiales y sector empresarial en pro de la seguridad nacional, elaborado por la CEOE y Unión Profesional, dentro del Foro Integral de Cultura de Seguridad Nacional.