El Consejo General de Economistas, asociado a Unión Profesional, y la Cámara de Comercio de España han publicado durante el mes de junio el tercero de los estudios, ‘+45 años de evolución de los principales sectores de la economía española (1975-2022)’, de una serie que surge de la colaboración entre ambas entidades. Las dos ediciones anteriores partían del estudio de nuestro sistema a raíz de la Constitución del 1978, así como del actual modelo descentralizado, introducido por las comunidades y ciudades autónomas, y la contribución que ambas cuestiones habrían tenido en el crecimiento y modernización de nuestro país. En esta ocasión, el documento se centra en la evolución que habrían vivido los sectores de actividad de nuestra economía durante este periodo de tiempo.
El estudio haría un recorrido por las distintas crisis de los últimos años y la afectación que estas habrían tenido sobre los sectores de actividad analizados. Por otro lado, se muestra una visión a largo plazo respecto a aquellos retos que se presentan en el futuro. El documento partiría de una visión de conjunto de todos los sectores, para luego ir descendiendo por cada uno de ellos en capítulos posteriores. Entre las principales conclusiones que se pueden extraer de esta primera parte, además de la «terciarización de la economía española», encontramos que el sector con mayor crecimiento relativo sería el financiero, con un 161% desde 1980. El estudio también pondría de manifiesto el aumento de capital destinado a innovación por parte del sector sanitario, educativo, financiero e industrial a partir del año 2020, apuntando a la pandemia como la posible razón que habría impulsado este cambio. En lo referido a la crisis emergida del COVID-19, el documento destaca como al cierre del 2022 nuestro país todavía no habría recuperado el PIB del año 2019, evidenciando el camino que aún quedaría por recorrer para alcanzar niveles precovídicos.
INTERNACIONALIZACIÓN Y MAYOR INVERSIÓN EN INNOVACIÓN
La creciente internacionalización que estaría viviendo nuestro país habría contribuido notoriamente al progreso de nuestro modelo productivo. A su vez se destacaría la «democratización» de algunos bienes y servicios durante el periodo señalado, -los últimos 45 años- entendiendo como tal, el proceso por el cual, cada vez más ciudadanos disfrutarían de bienes y servicios que hasta hace relativamente poco solo tenían acceso unos pocos. Pese a la disparidad de los sectores a la hora de identificar sus logros, existiría cierta unanimidad en cuanto a la creencia de haber contribuido «al desarrollo del conjunto de la economía española». Una idea que el propio estudio trataría de reforzar es, precisamente, cómo los sectores habrían logrado transformarse y adaptarse a los cambios que se habrían producido en el periodo de tiempo analizado. Entre los hitos, también se apuntaría la superación de grandes retos como la pandemia.
Los sectores mostrarían cierto consenso al reconocer que, pese a los progresos alcanzados en los últimos años, todavía existiría cierto margen de mejora en lo que se refiere a la sostenibilidad medioambiental. La internacionalización y la digitalización serían dos aspectos más sobre los que el tejido empresarial consideraría que se ha de seguir trabajando. Por otro lado, las principales vulnerabilidades detectadas señalarían al sector público ante «una falta de inversión y una excesiva regulación».
UNIÓN PROFESIONAL ELABORA ANÁLISIS POR SECTORES
El departamento de Economía de Unión Profesional elabora desde hace años una serie de análisis económicos de carácter periódico que persigue estudiar y visibilizar el comportamiento del subsector de servicios profesionales en sus diferentes ámbitos en materia de actividad económica, empleo y salarios, tejido empresarial, gasto en I+D, o en el marco de la economía conductual, etc. Del mismo modo, configura estudios más profundos acerca de la interacción socioeconómica de la regulación con la dinámica del subsector, o en lo relativo a las brechas laborales y salariales entre hombres y mujeres en las profesiones, entre otros temas.
La constante de estos análisis es pormenorizar la evolución y variables condicionantes entre los distintos ámbitos de las profesiones. Como ejemplo de ello se pueden citar los análisis económicos a partir de los datos de afiliación y paro registrado, de la Encuesta de Población Activa, de la Encuesta Anual de Estructura Salarial, de la Contabilidad Nacional, etc. En todos ellos, se examinan las principales divisiones de actividad en las que se enmarcan aquellas profesiones colegiadas que componen o se relacionan con el subsector de servicios profesionales.
COLEGIOS PROFESIONALES Y CÁMARAS DE COMERCIO, EN FAVOR DEL INTERÉS PÚBLICO
En consonancia con los colegios profesionales, las cámaras de comercio son corporaciones de derecho público con personalidad jurídica propia. Entre sus rasgos más definitorios también destaca su carácter consultivo y colaborador con la Administración Pública. Con un marco de actividad diferente al de las organizaciones colegiales, su propia naturaleza los lleva a generar sinergias entre sí, ante ese compromiso compartido por realizar acciones en favor del interés general. La principal diferencia entre unas y otras, quedando contempladas en artículos distintos de la Constitución Española – refiriéndose el artículo 36 a los colegios profesionales y el art. 52 a las organizaciones profesionales-, se basa en que si bien ambas son corporaciones de derecho público, los colegios profesionales tutelan un interés público vinculado con los intereses profesionales, mientras que las organizaciones profesionales tutelan un interés público «cuya conexión no se realiza con los intereses subjetivos profesionales de sus miembros, sino con los intereses económicos objetivos de la profesión de que se trate».