Análisis económico preliminar sobre el impacto del COVID-19 en los servicios profesionales

Eugenio Sánchez, economista de Unión Profesional, introduce las últimas novedades del estudio sobre impacto económico que se está llevando a cabo con el propósito de analizar…

Eugenio Sánchez, economista de Unión Profesional, introduce las últimas novedades del estudio sobre impacto económico que se está llevando a cabo con el propósito de analizar las implicaciones post-COVID-19.

Bajo el compromiso de análisis e investigación de Unión Profesional en los distintos campos de conocimiento para contribuir a lograr el criterio más avanzado sobre cómo actuar frente la crisis del COVID-19, en esta ocasión, nos centramos en el trabajo de impacto económico que se está llevando a cabo cuyo objeto es abordar las diversas implicaciones de este nuevo escenario en el subsector de los servicios profesionales. 

Por ello, en este marco, avanzamos brevemente algunas de las cuestiones contempladas sobre los aspectos y comportamientos principales de la oferta y la demanda en los servicios profesionales que podemos esperar y que empiezan a emerger.

OFERTA: capacidad de adaptación y riesgos de precarización e ineficiencias

El marco de la oferta de servicios profesionales presenta una complejidad debido a la heterogeneidad de los operadores. Si bien, se espera movimientos transversales en inversión para readaptarse a la nueva realidad, avance de la prestación telemática y cierta proliferación de ineficiencias a corregir.

> Mayor inversión para adaptar el espacio físico de la prestación 

Es evidente que, en mayor o menor medida, el ejercicio del conjunto de profesiones colegiadas tanto por cuenta ajena, como propia precisará de un aumento de la inversión en medios y recursos de seguridad sanitaria. Es decir, una adaptación de los espacios, de las técnicas, de la asiduidad y diligencia en la limpieza, e incluso de instrumental en los despachos, clínicas, estudios, locales, etc. para seguir realizando una adecuada y segura prestación profesional a los clientes, pacientes y usuarios. 

> Posible ralentización de la productividad en los servicios con presencia física

Dicha inversión y adaptación en la prestación también obligará a un alargamiento de los tiempos entre servicio y servicio en físico por la labor de limpieza y puesta a disposición segura del habitáculo para el siguiente paciente o cliente. Esta casuística podría traducirse en una ralentización en el ritmo de prestación en muchos servicios profesionales y en una pequeña alza en el precio medio en los que no sea posible reducir más el margen empresarial.

> Intensificación de la tendencia a la prestación telemática de servicios 

Si bien, es previsible que esta situación en la atenuación de la productividad y repunte de los precios también sea mitigada a medio y largo plazo al estar complementada con una mayor oferta de servicios telemáticos en los que la presencia física no sea necesaria. Con todo, al inicio también precisará de un desembolso en inversión de medios digitales y tecnológicos para muchos profesionales, empresas y sociedades. 

> Tejido empresarial: caídas, fusiones y menor inversión inmobiliaria

En cuanto al tejido empresarial en el subsector es probable que se produzcan tres movimientos principales: en primer lugar, un porcentaje de destrucción del tejido en aquellas empresas que tengan menos margen empresarial para resistir y se queden sin acceso a fuentes de financiación. También podría ser observable un incremento de fusiones, así como una mayor proliferación de sociedades profesionales y uniones temporales de empresas (UTEs) como respuesta para resistir con mayor éxito en el mercado. Otra tendencia posible es una menor demanda de espacios físicos permanentes como oficinas para desarrollar el ejercicio en muchas profesiones en las que el contacto presencial no es tan imprescindible. 

> Probable aumento de las ineficiencias y comportamientos oportunistas

Por su parte, algunas de las principales ineficiencias en el marco de la oferta de los servicios profesionales podrían acentuarse debido a la inseguridad de la situación actual que permite no precisar tanto como antes las necesidades que garantizan una prestación segura y con la necesaria calidad. Un contexto que pueden aprovechar determinados operadores para desarrollar un comportamiento oportunista en detrimento de los clientes, pacientes y usuarios. En consecuencia, el control deontológico ejercido por las corporaciones colegiales deberá perseguir y mitigar aún estos elementos negativos potenciales. Entre algunas de las ineficiencias que podrían intensificarse estaría la sobreprestación, el sobreprecio, la prestación insuficiente o la demanda inducida. 

> Mayor tendencia a la precarización en el ejercicio profesional

Debido a la intensa destrucción esperada del tejido empresarial y de la ocupación en la economía, no se puede descartar un avance de la precarización en el ejercicio profesional, especialmente por cuenta ajena. Ello podría dar lugar a que el empleador, amparándose en una posición de fuerza mayor ante el crecimiento de la oferta de profesionales para elegir, distorsionase o limitase la independencia de criterio o autonomía facultativa del profesional a su cargo dificultando su servicio y perjudicando a los clientes, pacientes o usuarios. 

> Mayor impacto negativo esperado en brecha salarial y laboral que afecta a las profesionales

Además, si nos aproximamos al análisis de la situación entre los y las profesionales, estas últimas podrían sufrir aún mas las consecuencias laborales y de la caída de la actividad. Ello trae cae causa en que las profesionales presentan mayor temporalidad contractual, más empleo a jornada parcial y mayor rotación de ocupación que sus compañeros. De hecho, si nos remitimos al periodo de la Gran Recesión, la brecha salarial escaló del 14,40% en el 2008 al 17,84% en el 2012, punto máximo frente al 15% actual. Una valoración que es posible efectuar gracias al análisis anual que realiza Unión Profesional que lleva por título Estudio UP: Sobre las brechas salariales y laborales entre hombres y mujeres en las profesiones, y que se publica en el marco del Día Internacional de la Mujer.

DEMANDA: moderación de las empresas y personas, y atención sobre las ineficiencias para proteger a los clientes, pacientes y usuarios.

En términos generales, la demanda de servicios profesionales presenta un comportamiento inelástico respecto al precio. Si bien, este escenario producido por un shock exógeno y transversal también reducirá la demanda agregada interna y externa e incidirá en una serie de ineficiencias.

> Reducción agregada de la demanda de las empresas y los consumidores finales

Si nos centramos en el tejido empresarial, que demanda servicios profesionales como bienes intermedios para su producción, es previsible que si este se reduce por la destrucción de empresas en sectores como el turismo o minora su actividad, producirá una disminución en el volumen de servicios requeridos. Por su parte, la actividad de las administraciones públicas puede que produzca oscilaciones en su ritmo normal de demanda de servicios profesionales en algunas áreas. Por ejemplo, aquellos profesionales que ejerzan en plantilla no es previsible experimenten variaciones sustanciales. Si bien, los que son externalizados podrían verse mermados. 

Mientras, en relación con los individuos y familias, que demandan servicios profesionales como consumidores finales, es esperable una leve reducción general en determinados ámbitos mas relacionados con la actividad socioeconómica si esta se ve limitada, y un aplazamiento o demora en aquellos servicios cuya urgencia y necesidad no sea tan acusada. 

> Impacto de la demanda exterior de servicios profesionales

En cuanto a la demanda exterior, especialmente de la Unión Europea, será necesario observar el pulso de recuperación pues si este se produce más rápido que en la economía nacional podría suponer un alivio para la demanda interna de muchas profesiones. 

> Posible mayor incidencia del riesgo moral

Una de las ineficiencias más características que afecta a los servicios profesionales es el riesgo moral. De tal forma, si acontece algún comportamiento oportunista del profesional como se ha descrito en las ineficiencias de la oferta, el usuario del servicio estaría más dispuesto a aceptar una prestación mayor que la que necesita si se le garantiza que estará más seguro directa e indirectamente frente a la situación actual. Una casuística que también deberá ser aún más seguida por los colegios profesionales.

> Crecimiento de los costes de búsqueda 

Otro movimiento esperado respecto a los consumidores de servicios profesionales es un posible incremento de sus costes de búsqueda a la hora de seleccionar el mejor profesional para su problemática. Ello se debería a una mayor percepción media de inseguridad que fomentaría el incentivo por acudir a los profesionales que puedan mostrarles que comprenden suficientemente su demanda dado el inestable escenario actual en todos los órdenes económicos y sociales, y también respecto a su cumplimiento en materia sanitaria. 

> Mayor condicionamiento en la elección del profesional por la publicidad y el entorno

Asimismo, dentro del denominado proceso de elección del profesional hay dos factores cuya influencia podría crecer. Por un lado, un determinado tipo de publicidad podría emerger para atraer la atención de un segmento de clientes y pacientes más vulnerables ante el nuevo contexto. Por ello, las corporaciones colegiales también deberán abordar aún más esta cuestión para evitar posibles casos de publicad engañosa. Del mismo modo, el proceso de elección de muchos usuarios podría verse aún más alterado por la información proveniente sobre las preferencias imperantes de su entorno más cercano de contactos cuando busquen recomendaciones seguras de profesionales.

Eugenio Sánchez, responsable del departamento de Economía de Unión Profesional