Susana Sanchiz, directora del Proyecto Promociona
Desde el Proyecto Promociona defendemos la necesidad de que más mujeres alcancen puestos de alta dirección. Lamentablemente, a pesar de que cada año se licencian un mayor número de mujeres, según ascendemos en la jerarquía empresarial, su presencia parece desvanecerse. De hecho, sólo un 30% de los directivos son mujeres, apenas un 15% forma parte de Comités Ejecutivos y sólo un 6,4% mujeres llegan a CEO (Fortune 500).
Respecto a la presencia de mujeres en los Consejos de Administración de las grandes empresas, durante 2019 se ha imprimido celeridad en la contratación de consejeras. Así, en el Ibex, se ha pasado de casi un 24% en 2018, a un 27,63% en 2019, pero todavía alejado del objetivo del 30% de presencia de mujeres recomendado en el Código de Buen Gobierno.
Y todo ello a pesar de que son diversos los estudios (Goldman Sachs, McKinsey&Company, PWC, Columbia University, o Catalyst entre otros) que confirman los beneficios que la mujer directiva aporta a las organizaciones: aumento de la innovación en más de un 50%, aumento del 53% de la rentabilidad financiera de los recursos propios, reducción de la rotación del personal, reducción del riesgo de insolvencia…
Solo un 30% de los directivos son mujeres, apenas un 15% forma parte de Comités Ejecutivos y solo un 6,4% mujeres llegan a CEO
En esta línea, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su Informe de 2019, señala que, en casi tres cuartas partes de las empresas que promovieron la diversidad de género en cargos directivos se registró un aumento de su beneficio del 5% al 20%, porcentaje que en la mayoría de las empresas osciló entre el 10% y el 15%.
Asimismo, el Informe ILO 2019 constata que cuando predomina el equilibrio de género en los Consejos de Administración, las empresas tienen un 20% más de probabilidades de mejorar sus resultados comerciales. Entre otros datos, señala también que el 57,4% de las empresas encuestadas coincide en que las iniciativas sobre diversidad de género mejoran sus resultados comerciales, el 56,8% afirmó haber aumentado su capacidad para atraer y retener talento y un 54,4% afirmó haber adquirido una mayor creatividad, innovación y apertura.
Todo ello sin olvidar el impacto que el cierre del gap de género tendría a nivel económico mundial y nacional.
PROYECTO PROMOCIONA
Pero más allá de estos datos objetivos cuantificables, lo cierto es que el liderazgo de las mujeres aporta los valores necesarios para un liderazgo en el siglo XXI: es un liderazgo más comunicativo, empático, motivacional, colaborativo, prudente y solidario. Valores todos ellos que deben sumarse a los propios del liderazgo masculino, de los que son complementarios, avanzando así hacia un liderazgo compartido; liderazgo compartido que defendemos en el seno del Proyecto Promociona.
En estos tiempos de crisis sanitaria, en los que, por primera vez en la historia, se está poniendo sobre la mesa la magnífica actuación llevada a cabo por las líderes de países como Nueva Zelanda, Taiwan, Finlandia, Noruega, Alemania, Dinamarca e Islandia, la comunicación está siendo un elemento esencial para muchas de ellas
La mujer directiva se caracteriza por una comunicación más cercana, con un lenguaje más sencillo, directo, claro y transparente, que facilita enormemente la relación con el interlocutor. En estos tiempos de crisis sanitaria, en los que, por primera vez en la historia, se está poniendo sobre la mesa la magnífica actuación llevada a cabo por las líderes de países como Nueva Zelanda, Taiwan, Finlandia, Noruega, Alemania, Dinamarca e Islandia, la comunicación está siendo un elemento esencial para muchas de ellas.
Así, Ángela Merkel, Canciller alemana, utilizó mensajes directos y claros, trasladando a sus ciudadanos, desde el inicio, que la crisis era seria, que suponía el mayor desafío desde la Segunda Guerra Mundial, pidiendo esfuerzo y respecto común. Desde el principio supo trasladar la verdadera dimensión de la crisis, lo que, indudablemente ha tenido repercusión en el bajo índice de contagios y fallecimientos en comparación con otros países europeos.
Y no podemos olvidar la clarísima explicación matemática que realizó sobre la repercusión del virus y su impacto en el sistema sanitario, magnífico ejemplo de comunicación política.
PROMOCIÓN DE LIDERAZGOS
Por otro lado, y vinculado con lo anterior, el liderazgo de las mujeres se caracteriza por su empatía, que permite un mejor entendimiento de la otra parte, de las cuestiones que plantea o le preocupan, facilitando una mejor conexión, no sólo con los empleados o equipos de las empresas, sino con los proveedores, clientes y, en definitiva, con la sociedad en general. Ello se traduce, a su vez, al menos en el ámbito empresarial, en lograr una mayor motivación del staff.
Asimismo, estamos en presencia de un liderazgo más colaborativo, en el que se toman en consideración las diferentes aportaciones de los miembros de los equipos, antes de adoptar el posicionamiento final, lejos de cualquier tipo de totalitarismo. Ello, nuevamente, logra una mayor implicación y motivación de dichos equipos.
Estamos en presencia de un liderazgo más colaborativo, en el que se toman en consideración las diferentes aportaciones de los miembros de los equipos, antes de adoptar el posicionamiento final, lejos de cualquier tipo de totalitarismo
Pero, además, es un liderazgo prudente. A riesgo de caer en estereotipos de género, los hombres suelen tener mayor confianza en sí mismos que las mujeres. Si bien esta cualidad es generalmente alabada en el liderazgo masculino y suele considerarse una de las áreas a mejorar en las mujeres, lo cierto es que puede llevar a una excesiva seguridad en los juicios, sin tener en cuenta la exactitud de éstos. Y, finalmente, la solidaridad, que tan necesaria está siendo en los difíciles momentos que estamos atravesando, es otra de las cualidades del liderazgo femenino; cualidad que también hemos podido ver en varios de los ejemplos antes referidos de mujeres al frente de sus países.
La bondad de estos valores, y el impacto que el liderazgo femenino tiene para las empresas y la sociedad en general, es lo que da sentido al Proyecto Promociona que tengo el inmenso placer de dirigir, y cuya VIII Edición estamos ahora lanzando. En todo caso, no debemos olvidar, tal y como señaló el anterior Secretario General de la ONU, Kofi Annan, que la igualdad de las mujeres debe ser un componente central en cualquier intento para resolver los problemas sociales, económicos y políticos.