El subsector de servicios profesionales registró una caída de la ocupación del 1,63% en el cuarto trimestre del 2022 frente al trimestre anterior hasta rozar los 3,1 millones de ocupados. Un dato que contrasta con la subida que experimentó hace un año de casi un punto porcentual. Además, es el descenso más pronunciado en este periodo desde el 2017.
En este comportamiento sobresalió la disminución de la ocupación en el ámbito jurídico y de la contabilidad, la consultoría empresarial, y los servicios de arquitectura e ingeniería; además, se produjo una caída estacional algo más acusada en las actividades sanitarias. A continuación, se muestra un repaso más detallado.
La arquitectura, la ingeniería y el ámbito científico-técnico acusan una desaceleración
Las profesiones de arquitectura, e ingeniería y científico-técnicas anotaron una caída de la ocupación del 2,14% en el cuarto trimestre del 2022 frente al trimestre previo. Situación contraria al incremento experimentado hace un año en el mismo tramo, pero en sintonía con el dato anterior a la pandemia en el 2019.
Entre los sectores que podrían describir este escenario está el peor desempeño de algunas ramas de la industria manufacturera y las extractivas, así como la edificación y la obra civil en el sector de la construcción. Ello encajaría con la moderación de la actividad industrial en los últimos meses como refieren el INE, el Banco de España o los índices PMI de S&P.
Entre las ramas industriales que destruyeron más empleo respecto al mismo periodo trimestral del 2021 se encuentran la fabricación de productos informáticos, electrónicos y ópticos; la fabricación de productos metálicos, excepto maquinaria y equipo; la industria textil; y la industria química.
En la parte favorable cabe referir que otras ramas parecen resistir mejor como la fabricación de vehículos de motor; la fabricación de bebidas, o la industria de la madera, entre otras. Además, en el caso de la construcción, el área de las reformas que recoge el epígrafe de actividades especializadas es el más sólido en perspectiva trimestral y anual.
Las profesiones de la consultoría económica y jurídica, así como de arquitectura, ingeniería y ámbito científico-técnico reflejaron caídas trimestrales de ocupación superiores al 2021. La ralentización económica apreciable en varias ramas industriales, de la construcción, o el transporte explicaría este comportamiento.
Caída de la ocupación en la consultoría económica, jurídica y de I+D
Por su parte, hubo una serie de ramas del subsector cuya relación es más directa con el tejido empresarial y los hogares y que saldaron el 2022 con una destrucción trimestral de la ocupación que ilustra un deterioro frente al mismo lapso del 2021. En este campo podemos hallar las actividades jurídicas y de contabilidad, la consultoría de gestión empresarial, y la investigación y desarrollo.
En consecuencia, es posible que las profesiones en estos ámbitos estén contemplando una ralentización de su actividad debido a menor demanda de las empresas y los hogares, los cuales estarían posponiendo y reduciendo sus inversiones y consumo ante el encarecimiento de la financiación y el curso de la inflación subyacente que sigue al alza. Una situación de bajas expectativas que podría extenderse al menos durante el primer trimestre del 2023 y donde el pulso de ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia aparece como uno de los principales soportes para mantener e impulsar parte de la economía.
El empleo en sanidad anotó un descenso trimestral superior al registrado en el 2021. En ello podría haber tenido más influencia el balance negativo entre la finalización de la contratación estacional en verano de refuerzo y sustitución, y la contratación estacional realizada para Navidad.
La ocupación trimestral en sanidad cayó más que hace un año
La ocupación en sanidad restó un 1,19% trimestral, una caída por encima de la registrada hace un año. Una bajada habitual donde el factor estacional suele otorgar un balance de reducción al conjugarse la amortización de los contratos de refuerzo y sustitución de verano, junto con los realizados para la campaña de Navidad, y que, como resultado, este año habría sido más negativo. Con todo, se aprecia un estancamiento en términos anuales pues el empleo en sanidad solo ha sumado 0,17% más frente al cierre del 2021.
En sintonía con los análisis de afiliación de los últimos meses, este desempeño reflejaría además que la ocupación en el sector público sanitario cayó con más intensidad entre el cuarto y el tercer trimestre del 2022 frente al mismo periodo del 2021. Al mismo tiempo, la ocupación en el sector privado creció a un ritmo menor en el mismo periodo.
El número de horas trabajadas en las profesiones y la economía modera su ritmo de crecimiento
Realizado el repaso de la ocupación, nos centramos en el número total de horas efectivas semanales trabajadas, pues nos suministra más precisión si pretendemos analizar el pulso del mercado laboral y la actividad económica. En esta línea, el volumen de horas trabajadas sumó un 6,19% trimestral en el conjunto del mercado laboral, una subida esperada en este periodo. Sin embargo, es el ritmo más modesto en un cuarto trimestre desde el año 2012, justo al inicio de la recuperación de la Gran Recesión.
La mayoría de sectores han originado esta moderación, aunque entre ellos sobresale la industria, la construcción y, en menor medida, el comercio. Ello dibujaría que la ralentización de la actividad económica se centra en los sectores productivos principales. Inversamente, la administración pública, defensa, y sanidad se mantienen con un dato trimestral de horas trabajadas mejor que hace un año.
En el caso del subsector de servicios profesionales, el número total de horas trabajadas fue mejor que el general al crecer un 7,10% trimestral, pero es el ritmo más débil para las profesiones en este periodo desde el 2016. Esta atenuación de la actividad provendría esencialmente de la sección de actividades profesionales, científicas y técnicas frente a la sección de actividades sanitarias y servicios sociales que mejoró levemente el dato de hace un año. Cabe recordar que en este caso, no se ofrecen datos por divisiones de actividad.
El volumen de horas trabajadas en las profesiones es un 2,78% superior entre el cuarto trimestre del 2022 y el cuarto trimestre del 2019. Mientras, en el mercado laboral este dato es todavía un 1,53% inferior. Además, se distinguen señales de desaceleración económica general en la variación trimestral de horas trabajadas.
Por otro lado, si se establece una comparativa a tres años entre los datos trimestrales con el fin de evitar el efecto de la pandemia, en el subsector de servicios profesionales el número de horas trabajadas es un 2,78% superior en el cuarto trimestre del 2022 frente al mismo del 2019. No obstante, en el grueso del mercado laboral el volumen de horas trabajadas es todavía un 1,53% inferior, lo que indicaría que la recuperación de la actividad tras la pandemia aún sigue pendiente. Asimismo, en ambos casos acumulan tres y dos trimestres consecutivos de suavización en esta comparativa trianual, respectivamente, lo que sugiere de nuevo una desaceleración de la economía.
Las diferencias más interesantes y apreciables se encuentran en función del régimen laboral. Así, el empleo autónomo en las profesiones sumó un 3,88% trimestral más de horas trabajadas, el porcentaje más modesto en un cuarto trimestre desde la década anterior y cuyo análisis deberá considerarse con especial foco este año con el nuevo sistema de cotización; en las plantillas públicas el montante de las horas creció un 14,20% trimestral, mejor que hace un año, pero contrasta con la caída de ocupación descrita previamente, y plantea la posibilidad de que se deba a una mayor precariedad y temporalidad en el empleo; a su vez, en las plantillas del sector privado el crecimiento trimestral fue del 4,54%, el ritmo más débil en un cuarto trimestre desde el 2012.
La tasa de paro en las profesiones cerró 2022 en el 3,81% frente al 12,87% general
En otro plano, la tasa de paro del subsector de servicios profesionales repuntó cuatro décimas sobre el trimestre anterior y cerró el 2022 en el 3,81%. Es la tasa más elevada desde el cuarto trimestre del 2021, si bien, se encuentra en una franja cercana todavía a una situación de cuasi pleno empleo o desempleo friccional.
La subida en este cuarto trimestre del 2022 se explicaría por un crecimiento del volumen de parados junto con una caída en la población activa en el subsector, es decir, aquella que trabaja o busca empleo. En cualquier caso, aunque no son datos preocupantes en volumen, es preciso seguir su evolución en los próximos trimestres ante la desaceleración de la actividad económica que se prevé.
La tasa de paro en las profesiones subió cuatro décimas hasta el 3,81%, la más alta desde el cuarto trimestre del 2021. Si bien, es un porcentaje de cuasi pleno empleo o desempleo friccional. En contraste, la tasa de paro de la economía subió dos décimas hasta el 12,87%.
Entre las divisiones principales, la asistencia en establecimientos residenciales con un 7,78% y las actividades de servicios sociales sin alojamiento con un 7,68% son las únicas que superan el 5% de paro. Por debajo de esta barrera, donde encontramos situaciones más genuinas cercanas al pleno empleo, se encuentran el grueso de las divisiones pertenecientes o relacionadas con el subsector de servicios profesionales.
En este grupo podemos encontrar algunas de las tasas de paro más bajas como en las actividades del financiero y asegurador con 0,83%; en los servicios de arquitectura, ingeniería y ámbito científico-técnico con un 2,03%, o en las actividades inmobiliarias con un 2,09%.
En perspectiva, la tasa de paro en la economía sumó dos décimas hasta el 12,87% para finalizar el 2022, lo que supone el segundo trimestre consecutivo en el que sube. En ello tuvo mayor influencia el incremento del volumen de parados que se sumó a una leve caída en la población activa. En esta línea, el mercado laboral concluyó 2022 con 20,4 millones de ocupados, el nivel más bajo desde el primer trimestre del pasado año.