El futuro del trabajo

Artículo de Opinión publicado en la última edición de la revista Profesiones.

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Artículo de opinión del European Policy Centre, firmado por las expertas en políticas públicas Xheimina Dervishi y Giulia Torchio, a propósito del futuro del trabajo en el marco europeo, con especial foco en las transformaciones brindadas por la transición ecológica y la digitalización.

El mundo del trabajo experimenta una profunda transformación impulsada por la doble transición ecológica y digital. Europa está acelerando sus esfuerzos para lograr la neutralidad climática de aquí a 2050 y mejorar la innovación tecnológica de aquí a 2030, lo que requiere una remodelación fundamental del tejido industrial y las estructuras de empleo, así como del desarrollo de nuevas competencias digitales. Estos cambios presentan oportunidades significativas para el crecimiento económico y la sostenibilidad en todo el continente, pero también plantean desafíos significativos al promover la transformación de los puestos de trabajo y las desigualdades sociales.

Para hacer frente a estos desafíos, la Unión Europea (UE) ha situado el futuro del trabajo en el centro de su agenda política, reconociendo que una transición exitosa requiere un equilibrio entre la competitividad económica, la sostenibilidad medioambiental y el bienestar social. Sin embargo, siguen existiendo importantes prioridades y lagunas en materia de investigación, como la necesidad de adaptar las competencias, reformar el mercado laboral y mejorar la protección de los trabajadores para gestionar estos cambios de forma eficaz.

LA TRANSICIÓN ECOLÓGICA Y LA VIDA LABORAL

La transición hacia una economía más verde y sostenible está transformando significativamente el tejido social y económico de la UE. Para 2030, se crearán 2 millones de puestos de trabajo, especialmente en los sectores de la energía y la construcción. Sin embargo, este cambio también implica una importante redistribución de la mano de obra y el capital, lo que presenta nuevos riesgos, incluida la competencia mundial por los recursos y los trabajadores cualificados, así como la ampliación de las tecnologías de cero emisiones netas y la infraestructura sostenible.

Los principales retos para la UE son el desarrollo de competencias y la adaptación. El rápido cambio hacia la energía limpia está superando la disponibilidad de trabajadores con las competencias necesarias, particularmente en digitalización, hibridación y optimización de sistemas, creando un cuello de botella en la creación de empleo verde. La escasez de competencias amenaza la expansión de tecnologías verdes como las bombas de calor, la solar y la eólica, y los programas de capacitación existentes pueden tener dificultades para satisfacer las demandas cambiantes del mercado laboral verde.

La transición hacia una economía más verde y sostenible está transformando significativamente el tejido social y económico de la UE. Para 2030, se crearán 2 millones de puestos de trabajo, especialmente en los sectores de la energía y la construcción. Sin embargo, este cambio también implica una importante redistribución de la mano de obra y el capital.

Los esfuerzos de la UE pretenden hacer frente a estos retos, pero persisten obstáculos a la formación, como los costes, las limitaciones de tiempo y la limitada participación tanto de los trabajadores como de los empleadores. Muchos puestos de trabajo priorizan la productividad sobre la formación, lo que limita las oportunidades para que los trabajadores desarrollen nuevas competencias. Para superar estos desafíos, se necesitan enfoques innovadores para garantizar que tanto las pymes como las grandes empresas puedan beneficiarse de la doble transición de la innovación digital y ecológica.

Esto incluye incorporar la formación en las tareas diarias de los trabajadores, fomentar una cultura de aprendizaje continuo y mejorar la colaboración entre los empleadores, los sindicatos y las instituciones educativas para establecer modelos de aprendizaje flexibles.

UN MUNDO LABORAL CADA VEZ MÁS DIGITAL

La digitalización es un arma de doble filo. Por un lado, crea oportunidades significativas para revolucionar los mercados laborales mediante la creación de nuevos puestos de trabajo, el impulso de la productividad y el apoyo a la innovación. Por otro lado, plantea retos importantes, especialmente dado su potencial para ampliar la brecha digital de Europa y alimentar las desigualdades sociales y laborales. Centrándose en los desafíos asociados con un mundo laboral cada vez más digitalizado, los estudios recientes a menudo identifican cuatro preocupaciones clave: el potencial de vigilancia en el lugar de trabajo, el desgaste físico y mental que implican los nuevos formatos de empleo flexible, una brecha de competencias cada vez mayor y la transformación del empleo.

La digitalización es un arma de doble filo. Por un lado, crea oportunidades significativas para revolucionar los mercados laborales mediante la creación de nuevos puestos de trabajo, el impulso de la productividad y el apoyo a la innovación. Por otro lado, plantea retos importantes, especialmente dado su potencial para ampliar la brecha digital de Europa y alimentar las desigualdades sociales y laborales.

Si bien estos no son desafíos nuevos, los avances significativos en la tecnología relacionada con la IA y la comercialización de herramientas de IA han contribuido a exacerbarlos. Los avances en IA han ayudado a crear sistemas económicos de empleo nuevos y alternativos que se comercializan como flexibles y accesibles. Sin embargo, estos empleos a menudo se enfrentan a dinámicas laborales explotadoras que imponen condiciones de trabajo precarias y exigen ritmos de trabajo elevados para mejorar la productividad. Junto con los sistemas de empleo, las tareas también han evolucionado. Los empleos requieren nuevas competencias, particularmente las críticas y técnicas, que se alineen con el progreso tecnológico. Cuando la demanda no se satisface con la oferta de conocimientos especializados, como ocurre actualmente, Europa sufre una importante brecha de competencias y una importante polarización de las mismas.

La Comisión trabaja activamente para dar forma a la digitalización de la UE y resolver estos problemas, si bien sus estrategias no han logrado los resultados esperados. Hacer frente a la polarización del mercado laboral, en la que los trabajadores no cualificados se enfrentan a mayores riesgos, requiere acciones significativas en iniciativas de mejora de las competencias y reciclaje profesional. Más allá de las habilidades técnicas, la educación debe incorporar enfoques interdisciplinares y competencias fundamentales. Abordar estos desafíos requiere promover un diseño de trabajo humano, garantizar la participación de los trabajadores en la implementación de la tecnología y fomentar la innovación regional para dar forma a modos sostenibles de trabajo futuro.

LA TRANSICIÓN DUAL Y LOS GRUPOS VULNERABLES

Las transiciones ecológica y digital están reconfigurando los mercados laborales y la propia definición de vulnerabilidad en Europa. A medida que las industrias evolucionan, surgen nuevos riesgos que exacerban las desigualdades existentes y crean desafíos sin precedentes para los grupos ya marginados. Los principales grupos afectados por las transiciones son las personas con discapacidad, las mujeres, los cuidadores no remunerados y los trabajadores con empleos precarios.

La tasa de empleo de las personas con discapacidad sigue siendo significativamente más baja que la de las que no la tienen, con barreras como la inaccesibilidad digital y las demandas físicas de los empleos verdes emergentes que marginan aún más a estos trabajadores. El trabajo de cuidados no remunerado, realizado predominantemente por mujeres, sigue limitando la participación en el mercado laboral. Las mujeres con empleos temporales e informales a menudo luchan contra la inestabilidad económica, un desafío que la transición gemela podría empeorar si no se abordan las disparidades laborales de género.

Las transiciones ecológica y digital están reconfigurando los mercados laborales y la propia definición de vulnerabilidad en Europa. A medida que las industrias evolucionan, surgen nuevos riesgos que exacerban las desigualdades existentes y crean desafíos sin precedentes para los grupos ya marginados.

Además, las vulnerabilidades regionales y laborales ponen de manifiesto la distribución desigual de las oportunidades en toda Europa. La digitalización puede crear puestos de alta cualificación en los centros urbanos, pero las zonas rurales y económicamente desfavorecidas corren el riesgo de quedarse atrás. Por su parte, los autónomos y los trabajadores temporales, que ya carecen de protección social, se enfrentan a una mayor precariedad en medio de las transformaciones económicas.

Abordar estos desafíos requiere un enfoque holístico e interseccional que integre las medidas de protección social con soluciones impulsadas por la innovación. El fortalecimiento de las políticas que garanticen el acceso equitativo a los programas de mejora de las competencias, las adaptaciones en el lugar de trabajo y las sólidas protecciones laborales serán esenciales para mitigar las disparidades intensificadas por las dos transiciones.

EL FUTURO DEL TRABAJO EN LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS DE LA UE

Otro sector clave que se ve afectado de manera desigual por la transición dual es el sector público. En los últimos años, instituciones públicas como la Comisión Europea han avanzado en los servicios públicos digitales para mejorar la interoperabilidad transfronteriza y apoyar un mercado único digital más integrado. La digitalización mejora la accesibilidad, la transparencia y la eficiencia de los servicios, al tiempo que facilita la movilidad de los ciudadanos en toda la UE. El empleo en el sector público se mantiene estable, pero tiene dificultades para competir con el sector privado en la atracción de talento.

Hacer frente a los retos de la transición dual, ecológica y digital, requiere soluciones holísticas, como reformas del mercado laboral, adaptación de las competencias y una mayor protección de los trabajadores. Para afrontar los retos de la digitalización, se necesitan importantes iniciativas de mejora y reciclaje profesional, junto con el diseño del trabajo humano y la innovación regional. Abordar las vulnerabilidades requiere un enfoque holístico que integre la protección social y garantice un acceso equitativo.

Hacer frente a los retos de la transición dual, ecológica y digital, requiere soluciones holísticas, como reformas del mercado laboral, adaptación de las competencias y una mayor protección de los trabajadores.

La mejora continua de las competencias también es vital para las administraciones públicas. Las prioridades de investigación e innovación deben incluir programas de formación y reciclaje innovadores y accesibles, la promoción de programas educativos inclusivos, la mejora de la comprensión de los patrones de movilidad laboral y el estudio de la dinámica cambiante del trabajo a distancia.

Solo dando prioridad a estas recomendaciones y poniéndolas en práctica, la Comisión Europea podrá garantizar una transición dual justa para los trabajadores.

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