El pasado 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos, ONU Mujeres España presentó el informe de resultados del proceso participativo “De Beijing+30 hacia un futuro con igualdad de género”, un ejercicio impulsado a lo largo de 2025 para conmemorar los treinta años de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing. Para ello, ha contado con la voz de diferentes sectores estratégicos, estando las profesiones colegiadas representadas por Unión Profesional.
El documento generado recoge un diagnóstico compartido sobre los avances y desafíos en igualdad de género en España, así como una propuesta de soluciones conjuntas para el año 2030. Entre los principales resultados del diagnóstico, la evidencia de que España ha llevado a cabo avances significativos en esta última década, pero enfrenta brechas estructurales que han de ser abordadas de manera urgente; más si cabe en un momento como el presente en el que la igualdad está en riesgo dadas las amenazas y retrocesos detectados globalmente.
Como recordó Eva D. Castro, presidenta de ONU Mujeres España,»los derechos de las mujeres y las niñas son derechos humanos, y no son negociables». Es por esta razón que el informe enfatiza en sus conclusiones en el rol clave de las alianzas para acelerar el ODS 5 (Igualdad de Género) de la Agenda 2030. «Se requiere de una acción conjunta para defender lo que tanto ha costado ganar», matizó.
HOJA DE RUTA POR LA IGUALDAD
La hoja de ruta presentada se compone de un primer diagnóstico y de una propuesta de soluciones. Los temas tratados son la paridad de género en los gobiernos nacionales y locales; la violencia contra las mujeres, con especial foco en el feminicidio y la violencia digital; la transición justa hacia economías sostenibles; la brecha digital de género; la economía de los cuidados; y la actualización de la Agenda ‘Mujeres, Paz y Seguridad’.
Las soluciones propuestas pasan por un verdadero compromiso de todas las partes en la adopción interseccional e interprofesional de la perspectiva de género, que redundaría en mejores diagnósticos y una adecuación de políticas públicas a realidades detectadas y por detectar, para lo que es urgente y necesario un enfoque integral, sostenido y dotado de recursos suficientes, que ponga a las mujeres en el centro de todos los procesos de transformación socio-económica, política y medioambiental.
Como recoge el informe, “este esfuerzo colectivo debe orientarse a garantizar la participación efectiva de las mujeres en todos los espacios de decisión; erradicar todas las formas de violencia; asegurar una transición ecológica y digital justa; transformar la economía de los cuidados; y fortalecer la agenda de Mujeres, Paz y Seguridad”.