Cuando la Inteligencia Artificial y la Inteligencia Auténtica unen sus fuerzas

Artículo de Rudolf Kolbe, vicepresidente del Grupo de Organizaciones de la Sociedad Civil del Comité Económico y Social Europeo (CESE).

 

Compartir



Artículo de Rudolf Kolbe, vicepresidente del Grupo de Organizaciones de la Sociedad Civil del Comité Económico y Social Europeo (CESE).

El 11 de junio del 2025, el Comité Económico y Social Europeo (CESE) acogió en Bruselas la novena edición del Día de las Profesiones Liberales. Bajo el título Cuando la Inteligencia Artificial y la Inteligencia Auténtica unen sus fuerzas, el acto de este año se centró en una de las cuestiones más acuciantes de nuestro tiempo: cómo integrar las tecnologías de Inteligencia Artificial (IA) en los servicios profesionales de forma que se preserven la confianza, la ética y la responsabilidad humana.

En mi discurso de apertura subrayé que las profesiones liberales no compiten con la IA, sino que defienden el uso adecuado de esta tecnología. Nuestras profesiones, desde la medicina al derecho, pasando por la ingeniería y la arquitectura, se basan en la confianza pública y la responsabilidad personal. Se basan en la inteligencia auténtica: experiencia, ética, empatía y criterio.

La IA es una herramienta poderosa, pero no es neutral, y no debe sustituir a los valores fundamentales que definen a las profesiones. El pensamiento crítico, la transparencia y la responsabilidad siguen siendo indispensables.

LA IA NO ES INTELIGENCIA REAL

La ponencia del profesor Ulrich Bodenhofer ofreció una imagen clara y realista de lo que es y lo que no es la IA. Nos recordó que el término ‘inteligencia artificial’ se acuñó ya en 1956 para describir máquinas capaces de resolver problemas orientados a objetivos utilizando capacidades cognitivas como el aprendizaje, el razonamiento y la planificación.

Sin embargo, como él mismo explicó: Hoy en día, el Deep Learning o aprendizaje profundo se basa en datos y en el reconocimiento de patrones, pero no crea una comprensión o inteligencia reales. Asimismo, los sistemas de IA aprenden procesando grandes cantidades de datos e identificando patrones, pero no entienden lo que hacen. Sus productos son resultados matemáticos (puntuaciones), no juicios ni decisiones éticas.

En ámbitos delicados como la medicina, la IA puede ayudar a los profesionales —por ejemplo, en dermatología, ayudando a detectar signos precoces de cáncer de piel—, pero no puede sustituir al criterio médico, la responsabilidad o la interacción médico-paciente. Igualmente, la IA puede simularrespuestas emocionales, pero no puede sentir ni actuar con empatía.

Bodenhofer lanzó una dura advertencia: «las herramientas de IA pueden cometer y cometerán errores». Pueden inventar resultados (alucinaciones) o producir resultados seguros, pero erróneos. Por lo tanto, debemos asegurarnos de que el pensamiento crítico y la experiencia humana sigan teniendo el control. Con todo, su mensaje central fue que la IA es un asistente útil, no una inteligencia autónoma. Los profesionales deben mantenerse alerta y aplicar siempre su auténtica inteligencia cuando utilicen este tipo de herramientas.

PRINCIPALES REFLEXIONES DE LA CONFERENCIA

√ Los marcos ético y jurídico son cruciales:

El abogado y asistente en la Universidad Libre en Bruselas en representación del Consejo Europeo de Profesiones Liberales (CEPLIS), Anthony Bochon, subrayó que la ética profesional y la confidencialidad no se abordan plenamente en la Ley de la IA. De esta misma ley habló Miriam D’Arrigo, responsable jurídico y de Políticas de la Oficina de Inteligencia Artificial de la Dirección General de Redes de Comunicación, Contenido y Tecnologías (DG CONNECT) de la Comisión Europea, quien explicó que la Ley de la IA pretende equilibrar la innovación con la gestión de riesgos, pero es esencial que las profesiones configuren activamente la gobernanza de las herramientas de IA. Por su parte, Anna Maria Bardone, presidenta del Instituto Italiano de Consultores de Propiedad Industrial, nos recordó que «lasprofesiones, consus sólidos valores éticos, deberían servir de modelo para el uso responsable de la IA, tanto dentro de sus campos como en toda la sociedad».

√ La IA es una herramienta de apoyo, no un sustituto:

Stephan Hofmeister, presidente de la Asociación Federal Alemana de Profesiones Liberales, puso ejemplos de diagnósticos asistidos por IA, análisis de contratos, diseño arquitectónico y auditorías financieras, pero advirtió de que la responsabilidad y la obligación deben recaer siempre en el profesional. Fue Robert Katzschmann, profesor adjunto de Robótica en la ETH de Zúrich, quien presentó la IA incorporada: robótica diseñada para apoyar, no sustituir, a los profesionales humanos, especialmente en la asistencia sanitaria y los entornos complejos. Además, Gordon Micallef, presidente del Comité Digital del Instituto de Contadores de Malta, advirtió sobre la necesidad de «contar con una supervisión sólida y una participación humana continua cuando se utiliza la IA en los servicios financieros y contables».

√ IA sostenible y centrada en el ser humano:

Anikò Szalai, profesor de Derecho Internacional en la Universidad de Szeged, subrayó la conveniencia de «adaptar laeducación y la formación para que los futuros profesionales conserven sólidas capacidades de pensamiento crítico y profundos conocimientos del sector». En este bloque, Ajna Nickau, miembro de la junta directiva de la administración inmobiliaria de la Asociación del Distrito de la Iglesia Evangélica de Berlín Mitte-Oeste, mostró cómo la IA puede mejorar el trabajo de arquitectos y urbanistas en el marco de la Nueva Bauhaus Europea, pero «la creatividad y el criterio siguen siendo tareas humanas». En este sentido, la directora del Centro Skema de Inteligencia Artificial, en París, Margherita Pagani, abogó por una IA centrada en el ser humano y al servicio de objetivos éticos y sociales, y advirtió de los costes medioambientales de su uso a gran escala.

√ La responsabilidad profesional nos acompaña:

En el último panel, Daniel Alge, presidente de la Asociación Federal Austriaca de Profesiones Liberales, hizo un resumen contundente: «debemos formar a la IA para que trabaje con nosotros, no por nosotros, y seguimos siendo plenamente responsables y rindiendo cuentas de todos los servicios prestados, con o sin el apoyo de la IA». Así, nos recordó que la IA transformará nuestras profesiones, pero no puede ni debe quitarnos nuestra responsabilidad ni nuestro papel humano. Las profesiones deben liderar activamente esta transformación con confianza, pensamiento crítico y una fuerte brújula ética.

CONCLUSIÓN

El Día de las Profesiones Liberales 2025 demostró que la IA y la inteligencia auténtica pueden complementarse mutuamente, si se guían por marcos éticos sólidos, una regulación sólida y la responsabilidad profesional. Europa necesita profesiones como anclas éticas y creadoras de confianza en una sociedad impulsada por la IA. Juntos podemos garantizar que la innovación digital siga centrada en el ser humano y sirva al bien común.

CONTACTO

Dirección:

Paseo General Martínez Campos, 15 – 2º derecha. CP 28010 Madrid – España.

Teléfono

(+34) 91 578 42 38

Correo electrónico

CANAL PROFESIONES

Búscanos cómo Unión Profesional y disfruta nuestro contenido

Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.