Por Jorge Corrales, Director General de CEDRO
Que la propiedad intelectual está vinculada a la innovación y al progreso de la sociedad no es una idea nueva ni hay duda sobre la veracidad de esta. Esto es así, ya sea desde su dimensión industrial o desde su vertiente de derechos de autor, esta última directamente relacionada con la creación de contenidos científico-técnicos, académicos, educativos y literarios.
Muchos estudios ponen esta vinculación de manifiesto, desde los llevados a cabo por instituciones como la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI), por la Unión Europea, a través de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea, y por nuestro Ministerio de Cultura y Deporte. De todos ellos se obtiene la misma conclusión, la actividad derivada de la propiedad intelectual contribuye a la riqueza económica de un país, a consolidar organizaciones sostenibles y a generar puestos de trabajo de calidad. Por tanto, su contribución económica, social y cultural es indiscutible.
La actividad derivada de la propiedad intelectual contribuye a la riqueza económica de un país, a consolidar organizaciones sostenibles y a generar puestos de trabajo de calidad
Ante esta realidad, lo óptimo sería que esta situación sirviera para el establecimiento de política públicas dirigidas a impulsar actividades vinculadas a la propiedad intelectual y dar a conocer a los ciudadanos y también a las empresas e instituciones su valor. Esta receta haría, sin lugar a duda, que esta propiedad fuera, como muchos dicen, el “petróleo” de nuestra sociedad puesto que no está sujeta ni a recursos agotables ni a intereses geopolíticos, como estamos viendo en los últimos meses con otras fuentes de energía, sino a un recurso inagotable como es el talento de las personas, es decir, la capacidad creadora e innovadora del intelecto humano.
Canalizar y gestionar el impacto de la propiedad intelectual
Precisamente movidos por este objetivo —por acercar la propiedad intelectual a las corporaciones profesionales—, Unión Profesional y CEDRO firmamos un acuerdo de colaboración hace varios meses. Fruto de este espacio de trabajo conjunto se han llevado cabo diversas acciones formativas y, también, en el momento de escribir estas líneas se está elaborando una guía sobre propiedad intelectual para las corporaciones profesionales.
Este interés común no es baladí, ya que el impacto de la propiedad intelectual es muy importante en las corporaciones profesionales. Estas organizaciones están intrínsecamente relacionadas con la generación de contenidos, ya que en muchas ocasiones son titulares de derechos (informes, estudios, revistas, artículos, etc.), directamente como creadores o a través de encargo de obras, a la vez que son usuarias de contenidos generados por terceros en muchas facetas de su actividad (formación, resúmenes de prensa, biblioteca, presentaciones, etc.).
Conseguir que los profesionales de un país incorporen la propiedad intelectual a sus valores, supone lograr que nuestro país crezca en innovación, diversidad y democracia
Canalizar y gestionar este impacto es responsabilidad de cada una de las corporaciones profesionales, de ahí el interés de Unión Profesional y de CEDRO en dar herramientas y soluciones informativas, legales y tecnológicas a estas organizaciones para proteger su propiedad intelectual y que de la misma forma sean responsables y respetuosas con los derechos de autor de otros creadores.
Es importante subrayar, además, la gran capacidad que los colegios tienen de contribuir a hacer una sociedad civil y empresarial responsable con la propiedad intelectual. Conseguir que los profesionales de un país incorporen la propiedad intelectual a sus valores, supone lograr que nuestro país crezca en innovación, diversidad y democracia.
Y es en ese contexto donde CEDRO, como asociación de autores y editores del sector editorial (libros, periódicos, revistas y partituras), trabaja para proteger los derechos de autor, velar por el uso legal de las obras que representamos e impulsa iniciativas de apoyo a autores y editores, y busca compañeros de viaje como Unión Profesional para hacer de la cultura escrita una actividad sostenible y de las corporaciones profesionales espacios donde se fomente la creación intelectual y se respeten los derechos de autor.