Análisis económico de Unión Profesional a raíz de los datos de afiliación y paro registrados en mayo del 2022.
Pese al crecimiento de la afiliación durante el mes de mayo, el detalle de los datos sectoriales arroja señales preocupantes sobre el curso de la actividad económica y el empleo para los próximos meses. En la comparación con mayo del 2021 solo las ramas vinculadas al turismo y la agricultura mejoraron de forma clara este año, mientras que en el resto su rendimiento fue inferior.
El subsector de servicios profesionales presentó un avance de la afiliación del 0,33% mensual, un pulso por debajo del mostrado hace un año y también de forma general en los años precedentes a la pandemia. Las razones de este comportamiento se hallan esencialmente en la caída de ocupación asalariada en las profesiones sanitarias y sociales, que rompe de nuevo con su patrón habitual anterior a la pandemia, y en una suavización en el crecimiento de la afiliación en el conjunto de ámbitos profesionales.
Las excepciones favorables se produjeron en la consultoría de gestión empresarial, los servicios de estudios de mercado y publicidad, y algunas ramas industriales y científicas que mostraron mejores datos que hace un año. A continuación, analizamos el detalle de la ocupación.
Sanidad reduce vuelve a reducir su afiliación de forma atípica antes del verano
Las profesiones sanitarias y sociales presentaron una reducción mensual de afiliación de casi dos décimas en su división principal que se concentró en la ocupación asalariada. Ello contrasta con el incremento experimentado hace un año y de forma frecuente antes de la pandemia. El patrón de la afiliación en estas profesiones comenzaba a ser más favorable a partir de mayo cuando, particularmente, el Sistema Nacional de Salud tiende a demandar más personal para cubrir las primeras bajas por sustituciones, y se refuerza personal en los centros sociosanitarios de los lugares que recogen más afluencia turística.
Por ello, los datos actuales tienen características atípicas, especialmente, cuando el sector del turismo comienza ya a mostrar mejores signos de recuperación gracias a la confianza de la evolución más atenuada de la pandemia de COVID-19.
Las profesiones sanitarias y sociales anotaron una caída de la afiliación asalariada en su división principal. Un comportamiento no habitual en mayo antes de la pandemia. En los próximos meses se observará la influencia de la temporada turística en la contratación y la reducción de la temporalidad según la ley 20/2021.
En cualquier caso, se mantienen dos fenómenos en el sector sociosanitario que es preciso tener en cuenta. En primer lugar, un porcentaje de los profesionales de la medicina y la enfermería aún estaría sujeto a la no renovación de sus contratos realizados bajo el Real Decreto-ley 30/2021 de medidas urgentes de prevención y contención para hacer frente a la crisis. Sobre todo, si se atiende a la continuidad de la mejora hospitalaria relativa a la pandemia.
Por su parte, la Ley 20/2021, de 28 de diciembre, de medidas urgentes para la reducción de la temporalidad en el empleo público persigue situar la tasa de cobertura temporal por debajo del 8% de las plazas estructurales. En tal dirección, y como ejemplo, a finales de mayo se publicó que la Comunidad de Madrid aprobó la Oferta de Empleo Público (OPE) de estabilización del personal de instituciones sanitarias para 2022 con un total de 9.604 plazas, y también la Comunidad Valenciana que convocará 9.736 plazas de oposiciones en Sanidad para este mismo año.
Entretanto, parece que el ámbito privado de sanidad muestra algunas señales positivas en la contratación, singularmente, en la esfera residencial y en centros sanitarios de cuidados no hospitalarios.
Las profesiones de arquitectura, ingenierías y científicas registran menor afiliación general salvo en algunas ramas
En las profesiones de arquitectura e ingeniería comprobamos que su afiliación creció poco más de medio punto porcentual este mes, un dato inferior a mayo del 2021 y algo más en línea con los registrados en el periodo 2014-2019, entre la salida de la Gran Recesión y antes de la pandemia. Algunos indicadores explican parte de moderación. Entre ellos, el menor aumento de afiliación en los sectores de la construcción y la industria manufacturera frente al pasado año o la reducción de la cartera de pedidos en la industria según el Banco de España.
Otros indicadores son más positivos como el índice PMI de la industria manufacturera de S&P global que repuntó en mayo gracias a un incremento de la producción y que explicaría cierta demanda de ocupación. Si bien, las exportaciones se redujeron y las presiones inflacionistas de los fabricantes continúan al alza junto con los retrasos en las entregas de suministros. Las ramas industriales de mejor comportamiento en este mes fueron la de la alimentación, y la de fabricación de productos metálicos excepto maquinaria, mientras que las coquerías y refino de petróleo, y la fabricación de maquinaria y de vehículos reflejaron menor actividad.
La industria y la construcción presentaron datos mixtos con cierta estabilidad en la producción para los próximos meses junto con un impacto de las presiones inflacionistas. Con todo, los datos de afiliación en arquitectura e ingeniería fueron más modestos en mayo que hace un año.
El sector de la construcción mejoró de forma significativa su cartera de pedidos y las expectativas de empleo en el sector según el Indicador de Clima de la Construcción (ICC) que publica mensualmente el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo en su Encuesta de coyuntura del sector de la construcción. Esta vez, la construcción de edificios repuntó tras caer en abril, seguido del pulso favorable de las actividades especializadas que incluyen las reformas, y la obra civil. De concretarse estas perspectivas algo más positivas otras profesiones del ámbito científico e inmobiliario también podrían verse beneficiadas.
La consultoría económica avanza con mayor solidez ante la incertidumbre del tejido empresarial
En otro plano, las profesiones dedicadas a la consultoría de gestión empresarial junto con las de estudios de mercado y publicidad destacaron sobre el resto con datos que superaron a los anotados hace un año. Detrás de este movimiento revelador surgen algunas pistas como la mayor contratación que preparan las grandes firmas de consultoría para los próximos meses con el fin de cubrir la demanda del tejido empresarial en áreas como la gestión de los costes crecientes, las dificultades de las cadenas de suministro, los recursos humanos, o la ciberseguridad.
Además, el flujo de convocatorias e inversiones derivadas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) se espera que comience a generar un impacto más favorable a partir del tercer trimestre del año conforme señaló la Comisión Europea (CE) en sus Previsiones Económicas de primavera publicadas a mediados de mayo. De hecho, de este impacto positivo del PRTR también se podrían beneficiar todas aquellas profesiones que operan en Investigación y Desarrollo (I+D), y en programación y consultoría informática con los buenos datos que también han mostrado en los últimos meses.
La afiliación de las profesiones dedicadas a la consultoría económica y tecnológica sobresalió en mayo gracias a la creciente demanda del tejido empresarial para sortear las diversas fuentes de incertidumbre socioeconómica.
Sin embargo, se mantienen varios riesgos al alza. Entre ellos, la inflación, que como estimó Eurostat para el mes de mayo, se habría situado en el 8,1% anual, por un 8,5% anual en España, dos décimas menos de lo que calculó el Instituto Nacional de Estadística. Si bien, la inflación en el sector servicios es la más contenida por el momento con un 3,5% en el entorno europeo pese al efecto contagio de los precios de la energía.
De proseguir esta situación, podría condicionar aún más las decisiones de los agentes económicos (empresas y hogares) mediante el retraso de algunas inversiones que estaban previstas gracias al ahorro acumulado en la pandemia, como señaló también la CE en sus previsiones. Por ello, de forma indirecta es posible que la demanda de algunos servicios profesionales, especialmente económicos y jurídicos, que tenga que ver con la actividad socioeconómica permanezca algo contenida durante los próximos meses.
El turismo explica el dato positivo de afiliación en mayo, pero es inferior al registrado en el 2021
El incremento mensual de la afiliación del 0,33% en el subsector de servicios profesionales se quedó por debajo del registrado hace un año en prácticamente la mitad. Ello ha conducido a ralentizar el cauce anual de crecimiento de la afiliación hasta el 4,36%, el dato más modesto en lo que transcurre del 2022 pero con suficiente solidez por el momento.
El grueso de la economía mostró un avance de la afiliación del 1,07% mensual de afiliación en mayo, una décima menos que hace un año en este mes. Una situación que rebajó casi una décima su pulso anual hasta el 5,01%, lo que supone interrumpir por el momento la cadena de siete meses consecutivo donde este dato anual mejoraba sobre el directamente anterior.
Las ramas sectoriales asociadas al turismo como la hostelería, el transporte y almacenamiento, las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento, junto con la agricultura y las actividades auxiliares y administrativas debido a cuestiones estacionales y de empleo indirecto respectivamente fueron los más destacados en explicar el dato positivo de afiliación. En el resto de sectores, el balance fue inferior al mostrado en el 2021, y es probable un cierto agotamiento del impulso de la recuperación tras la pandemia ante la continuidad de los factores de incertidumbre geopolítica que también afectan a las presiones inflacionistas y de retrasos en la producción.
Por su parte, los datos desestacionalizados, que permiten un análisis más depurado del curso de la actividad económica, expusieron un avance mensual de la afiliación del 0,12% en el subsector de servicios profesionales y del 0,17% en el conjunto de la economía. Si bien, en las profesiones se produjeron caídas mensuales desestacionalizadas de forma apreciable en tres de las cuatro divisiones de profesiones sociosanitarias y en las profesiones de la esfera financiera y aseguradora.
La ocupación asalariada y autónoma en las profesiones anota la mitad de crecimiento que en mayo del 2021
Cuando observamos los datos de afiliación en los dos regímenes principales de afiliación los datos son ilustrativos de la pérdida general de vigor de la actividad económica. El subsector de servicios profesionales mostró datos calcados en el Régimen General (RG) y el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) con un 0,33% mensual más de afiliación. También en sendos casos es prácticamente la mitad del dato que registraron hace un año en este mes de mayo.
Este rendimiento mensual aplanó tres décimas el curso anual del RG en las profesiones hasta situarse en el 4,55%, el tono más modesto en lo que va del 2022. En el RETA esta moderación llegó a tres décimas hasta apuntar un 3,31% anual más de afiliación que abunda en su tendencia descendente iniciada a medidos del pasado año y que refleja las dificultades y mayor inestabilidad del ejercicio por cuenta propia en comparación con el asalariado en las profesiones. En este sentido, el contexto económico de inflación de costes estaría contribuyendo a esta disminución del ritmo de crecimiento en aquellos operadores con menores márgenes de explotación.
Los nuevos ERTE dejan un recuento en torno a 1.000 profesionales, un 3,65% del total
Este mes también se publicaron los nuevos datos de ERTE que arrojaron un volumen de 27.380 personas en esta situación hasta el momento. De este montante, el 3,65% se localizaron en el subsector de servicios profesionales con alrededor de 1.000 personas en esta situación a final de mes.
Cabe recordar que este nuevo recuento se realiza conforme al artículo 47 del Estatuto del Trabajadores (Real Decreto Legislativo 2/2015, de 23 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores) con las nuevas figura de ERTE por causas de tipo Económico, Técnico, Organizativo o Productivo (ETOP), el ERTE por fuerza mayor temporal cuando acontezcan limitaciones de la actividad por decisiones de las autoridades particularmente sobre la protección de la salud pública, y el ERTE permanente o Mecanismo RED que podrá aplicarse para afrontar crisis sectoriales o de carácter cíclico.
Como señaló el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, debido a estos cambios, se dio de plazo a las empresas hasta finales de mayo sobre estos datos de ERTE «para presentar las liquidaciones correspondientes».
El paro se redujo en mayo y en todos los sectores, aunque a menor ritmo que hace un año
El paro registrado cayó en 99.512 personas, un 3,29% mensual hasta sumar 2.922.991 personas en esta condición. Una reducción por debajo de la registrada en mayo del 2021. En términos anuales, la reducción del paro llega a 858.259 personas, un 22,70% menos. En esta línea, la reducción del desempleo fue de 52.109 hombres, un 4,22% mensual, y de 47.403 mujeres, un 2,65% mensual.
Todos los sectores principales, que no ofrecen mayor desagregación, registraron reducción del paro con la agricultura a la cabeza que fue el que experimentó el mayor descenso porcentual con un 5,92% mensual, seguida de la construcción con un 4,13% mensual, del 3,36% mensual del colectivo sin empleo anterior, del 3,18% mensual de la industria, y del 3,02% del sector servicios con 64.230 personas menos en paro. El turismo y, aún, el menor rendimiento de la industria y la construcción explican buena parte de estos datos.
Los contratos registrados sumaron 1.640.595, lo que implica un incremento del 6,17% anual. De este total, el 44,52% fueron indefinidos, casi cinco veces más que hace un año. La causa principal de estos datos de contratación indefinida es la reforma laboral con la transformación principal de muchos contratos temporales en fijos discontinuos y la limitación de la temporalidad a circunstancias de la producción o por sustitución de la persona.
Mientras, hay 1.698.299 beneficiarios de la cobertura por desempleo, un 21,7% menos que hace un año y con una cobertura por desempleo que se situó en el 59,5%.