Reflexiones sobre el conocimiento profesional, aquel que se consigue tras haber investigado y ser experto específico en un área determinada, en tiempos de COVID-19
Según la teoría filosófica del Positivismo, el conocimiento científico es aquel cuya verdad se justifica a través de la evidencia empírica y de la combinación de métodos formales. Es decir, la hipótesis de la que se parte es demostrada acudiendo a la evidencia que se apoya en fuentes fiables, y que es controlada a través de métodos formales (técnicas basadas en las matemáticas).
Se trata de un conocimiento de tipo profesional, capaz de verificar las informaciones que son trasladadas a la ciudadanía. La verificación de las mismas ya venía haciéndose más necesaria que nunca en tiempos pre COVID-19, tiempos en los que se denunciaban lo que se llegó a denominar ‘bulos’, que no son más que desinformaciones o mentiras que permanecen sin desenmascarar debido a precisamente la falta de confirmación, de evidencia profesional.
Ahora, en tiempos de pandemia, este tipo de desinformación se ha hecho todavía más común, llegándose a contabilizar por parte del portal Maldita.es: 552 mentiras, alertas falsas y desinformaciones sobre COVID-19.
En el caso de la desinformación la vacuna ya está inventada y no es otra que el conocimiento profesional, aquel que se consigue tras haber investigado y ser experto específico en un área determinada; no solo por su formación universitaria, sino por su experiencia en dicho ámbito. Es por esto que es necesario contar con los y las profesionales de la cuestión cuando haya información delicada que trasladar, pero también cuando se tomen decisiones que pongan en juego el bienestar de la ciudadanía.
Conocimiento profesional al servicio de la ciudadanía
Durante esta pandemia que nos ha sobrevenido, han sido muchas las decisiones que se han tenido que doblegar al contexto, en ocasiones porque el punto de vista político no ha tenido en consideración la perspectiva profesional. Con el propósito de trasladar su conocimiento profesional, las corporaciones colegiales han optado por editar una serie de guías e infografías con recomendaciones sobre el buen uso precisamente de la mascarilla o la vuelta al ejercicio físico tras dos meses de confinamiento.
Igualmente, sobre la dispensación farmacéutica en esta ‘extraña normalidad’, la atención en las clínicas dentales en circunstancias de desescalada o los consejos para quienes llevan a cabo el trabajo social, ya desde la fase 0, dada su importancia en la protección de los colectivos vulnerables.
Documentos que quieren aproximarse a la ciudadanía, hablarle de tú a tú para hacer llegar a los poderes públicos y a la sociedad que es a nuestros y nuestras profesionales a los que se debe consultar, dirigirse y confiar
Unión Profesional también se ha sumado a esta iniciativa y ha publicado una guía con el propósito fundamental de poner en valor el trabajo de las profesiones colegiadas, así como su esencia, que descansa en la independencia y responsabilidad de su labor diaria, la formación continuada y la deontología profesional.
Documentos, todos ellos, que quieren aproximarse a la ciudadanía, hablarle de tú a tú para hacer llegar a los poderes públicos y a la sociedad que es a nuestros y nuestras profesionales a los que se debe consultar, dirigirse y confiar; por su formación, su experiencia y, sobre todo, por su conocimiento profesional.