Unión Profesional estudia la relación entre nivel formativo y mayor igualdad en el mercado laboral por el Día Internacional de la Mujer.
Ayer, 8 de marzo, se celebró el Día Internacional de la Mujer. En este marco de acción, donde organizaciones como ONU Mujeres han invitado al desarrollo de esferas de especial preocupación, como la económica o la educativa, Unión Profesional (UP) solicita a las instituciones públicas y privadas reducir las diferencias laborales y salariales en las profesiones ejercidas por mujeres, las cuales perciben en torno a un 30% menos que los hombres por la misma actividad. A su vez, pide impulsar un acceso más favorable a programas formativos como herramienta esencial que permita equiparar la empleabilidad entre mujeres y hombres. Estas son algunas de las conclusiones obtenidas de una investigación realizada por UP, que ha permitido hacer una valoración sobre cuál es el panorama laboral presente en el subsector de las actividades profesionales.
A mayor nivel formativo, más igualdad en el mercado laboral
Las mujeres con educación superior suponen actualmente un 47,2% sobre el total de las ocupadas en el mercado laboral. Este porcentaje se traduce en que uno de cada cinco empleos en España es realizado por una mujer con educación superior, idéntica proporción para los hombres, según se desprende de la última Encuesta de Población Activa (EPA) perteneciente al cuarto trimestre del 2014. En esta línea, podemos afirmar que el incremento de formación es el elemento clave que más iguala a hombres y mujeres en el mercado laboral. Si tomamos la tasa de actividad que mide la población de 16 años, o más, que trabaja o busca empleo sobre el total de población activa, la tasa femenina reduce la diferencia respecto a la masculina a medida que aumenta el nivel educativo hasta igualarse por completo en el nivel de educación superior, donde ambos sexos se sitúan en el 80% frente al 59,77% del conjunto total de ocupados.
A ello, se añade la brecha en la ganancia media anual que circula en el entorno del 30% inferior para las mujeres, tanto en la categoría de actividades profesionales, científicas y técnicas, como en las actividades sanitarias y servicios sociales, de acuerdo a la Encuesta Anual de Estructura Salarial. De esta manera, en el espectro entre 2008 y 2012, los años más acusados de la crisis, ambas categorías han recorrido caminos contrarios. De una parte, las mujeres que ejercen actividades profesionales, científicas y técnicas han mejorado relativamente su situación al pasar de percibir un 34,6% menos que los hombres en el 2008 a un 31,69% en el 2012 por la misma profesión. Sin embargo, la divergencia se ha ampliado para las mujeres que ejercen en el ámbito sanitario y social; estas profesionales, en el año 2008, obtuvieron un 24,3% de ganancia menor que los hombres, mientras que en el año 2012, esta desigualdad se amplió a un 30,3% por la misma actividad profesional.
La tasa de paro de las profesionales supera la media en las profesiones
Al profundizar en el análisis que nos ofrecen los datos detallados relativos a las profesiones se distingue, de forma destacada, que la feminización de las actividades sanitarias y de servicios sociales llega casi al 80%, es decir, ocho de cada diez empleos en estas áreas profesionales son realizados por mujeres. Por el contrario, en el conjunto de actividades profesionales, científicas y técnicas, el porcentaje de mujeres ocupadas está más equilibrado y se queda en el 47,92% frente al 52,08% de hombres. Pero, además, hay que prestar atención a las tasas de desempleo en las profesiones porque, si bien tanto para mujeres como hombres se mantienen en una media por debajo del 10%, se aprecia un desajuste significativo desfavorable hacia las mujeres. Así, en los tramos de edad que van desde los 30 años a los 59 años, el desempleo femenino es ligeramente superior y, de manera particular, en las profesiones sanitarias y sociales. En este área, la disparidad más relevante se encuentra en el tramo entre 40 y 49 años, que arroja una tasa de paro para las mujeres del 8,16% frente al 3,32% de los hombres.
Desde el ámbito colegial se es consciente de esta problemática social que, a pesar de mejorar en los últimos años, continúa de forma evidente. Los colegios profesionales ponen a disposición de los profesionales cada vez más un amplio abanico formativo para las y los profesionales, sabedores de la gran importancia que supone para permanecer en el mercado laboral y ofrecer a los ciudadanos mejores servicios. Por ello, Unión Profesional propone abordar de manera insistente el ejercicio de visibilizar esta realidad de las mujeres al conjunto de la sociedad.