Salvador Díez Lloris, presidente del Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas (CGCAFE), acerca de las principales herramientas contra el COVID-19
Las dos principales herramientas que en todo el mundo se consideran necesarias para la lucha contra el COVID-19 son la higiene y la permanencia de la población en sus hogares. La ausencia de contacto entre las personas es la única forma de evitar contagios. Las autoridades han dado consejos que todos conocemos sobre las medidas higiénicas y que debemos observar. Sin embargo, no se ha elaborado un protocolo específico sobre la manera más adecuada de utilizar los edificios para evitar que se conviertan en un foco de infección. De esta manera, en la medida en que los administradores de fincas colegiados detectábamos los riesgos, hemos tratado de aportar ideas que puedan suplir la ausencia de normas concretas.
En las diferentes fases de este proceso hemos ido generando mensajes con algunas pautas que puedan orientar, tanto a los colegiados/as sobre la forma de seguir prestando sus servicios, como a los usuarios/as sobre la mejor forma de utilizar los servicios que le ofrece su Comunidad de Propietarios.
No se ha elaborado un protocolo específico sobre la manera más adecuada de utilizar los edificios para evitar que se conviertan en un foco de infección. De esta manera, en la medida en que los administradores de fincas colegiados detectábamos los riesgos, hemos tratado de aportar ideas que puedan suplir la ausencia de normas concretas.
Asimismo, y como en la mayor parte de los sectores, se ha potenciado el uso del teletrabajo y se ha eliminado, totalmente, la atención presencial a los clientes. Aunque haya sido de modo obligado por las actuales circunstancias, lo cierto es que el salto en este terreno ha sido brutal y los plazos para lograrlo, de auténtico récord. Se ha demostrado que el trabajo a distancia es una herramienta con un enorme potencial, con la ventaja de contribuir a mejorar algunas cuestiones de difícil solución, hasta ahora, en nuestra sociedad.
Por un lado, el teletrabajo permite una mejora sustancial con relación al problema de la conciliación con la vida familiar y, por otro, contribuye a que el conjunto del sistema productivo sea más eficiente desde el punto de vista medioambiental, ya que se evitan infinidad de desplazamientos. Cuando superemos esta situación, una de las tareas de los colegios profesionales será el desarrollo de herramientas para impulsar el trabajo remoto que se adapten a las necesidades específicas de cada una de nuestras actividades profesionales.
PROHIBIDO EL USO DE ZONAS COMUNES
Con relación al uso de las zonas comunes hemos ofrecido numerosos consejos e instrucciones. En primer lugar, se han tenido que aplazar todas las reuniones de propietarios que en estas fechas son muy frecuentes. Hay que señalar que esta situación se ha asumido con total normalidad y comprensión por parte de nuestros clientes y confiamos que, cuando vuelva la normalidad, entiendan, del mismo modo, que se producirá una gran acumulación de trabajo y habrá que establecer prioridades en función de las necesidades de cada uno de ellos.
También ha habido que prohibir el uso de las zonas de esparcimiento. Cada vez más edificios y urbanizaciones disponen de zona para el disfrute de sus vecinos: jardines, canchas deportivas, gimnasios… La necesidad de reducir, al mínimo necesario, el contacto entre las personas obliga a prohibir, totalmente, el uso de estos elementos comunes de los edificios. La aplicación de esta medida ha sido más compleja y ha requerido un esfuerzo mayor para explicarla a los propietarios. Pero, finalmente, con carácter general, los espacios comunes se están usando solo como zonas de paso para acceder y salir a realizar las tareas básicas que cada persona pueda realizar -ir a la compra, ir al trabajo…-.
Las tareas de limpieza de los edificios son más necesarias que nunca. En este sentido, hay que señalar que las empresas de limpieza se han adaptado perfectamente a los protocolos establecidos -uso de protecciones y productos, entre otros-. En muchos edificios se dispone de la figura del portero o del conserje y, en estos casos, nuestra función ha sido más compleja para lograr dotar, de todo lo necesario, a estos trabajadores y adaptar sus horarios a las circunstancias.
UTILIZA LA ESCALERA
Un posible foco de contagio son los ascensores de los edificios, dado que se trata de un espacio reducido y de difícil ventilación. Desde nuestros colegios profesionales también se han ofrecido consejos sobre la mejor forma de usarlos. En realidad, lo idóneo es no utilizarlos siempre que se pueda evitar, y el uso de las escaleras permite evitar ese riesgo y es una buena forma de hacer ejercicio. Pero, si no es posible dejar de usarlo, en el ascensor solo debe ir una persona en cada trayecto y se ha de pulsar los botones con algún sistema de protección para evitar los contagios.
La recogida de los residuos también supone un riesgo. En la mayoría de los edificios esta recogida se hace por parte de cada uno de los vecinos. En otros casos, sin embargo, la comunidad tiene contratada la recogida para cada vecino. En las actuales circunstancias, lo deseable es que cada vivienda gestione sus propios residuos. En los casos en los que la comunidad siga prestando este servicio, hay que tener especial precaución y ser más exigentes con las medidas profilácticas. En cualquier caso, siempre que en una vivienda exista algún contagio, el Ministerio de Sanidad ha dispuesto un proceso específico para el tratamiento de los residuos –Orden SND/271/2020 de 19 de marzo, BOE 22 de marzo de 2020-, para que los protocolos establecidos se cumplan por las personas que estén a cargo de estos pacientes.
Los administradores de fincas colegiados tenemos vías de comunicación directa con millones de ciudadanos. Calculamos que llegamos a un 80% de la población en los núcleos urbanos de nuestro país. Esto nos ofrece la posibilidad de trasmitir mensajes de una manera muy directa
Los administradores de fincas colegiados tenemos vías de comunicación directa con millones de ciudadanos. Calculamos que llegamos a un 80% de la población en los núcleos urbanos de nuestro país. Esto nos ofrece la posibilidad de trasmitir mensajes de una manera muy directa. Pero, al mismo tiempo, supone que tenemos una enorme responsabilidad. Son muchos los servicios que prestan los edificios al conjunto de la ciudadanía. Los colegios profesionales de administradores de fincas estamos especialmente orgullosos de los servicios que están prestando nuestros colegiados/as a cada uno de sus clientes y a la sociedad en su conjunto. Todas estas pautas y otras muchas se han puesto en marcha con total diligencia, pese a que el entorno no ayuda. Además, se ha demostrado que la profesionalidad de los administradores de fincas colegiados ha contribuido a que los edificios hayan sido capaces de asumir, con normalidad, la demanda adicional de servicios derivada de la permanencia de los vecinos en sus hogares.