José Antonio Galdón, vicepresidente de Unión Profesional y presidente del COGITI
Los tiempos están cambiando, y las profesiones colegiadas están obligadas a seguir su ritmo. No hemos dudado de hecho en aceptar el desafío de estar a la altura de la evolución de nuestra sociedad; de implicarnos con las personas desde los cimientos que nos definen como profesionales, y de avanzar para que esa implicación sea efectiva. En este sentido, las corporaciones colegiales hemos de ser capaces de comprender la tecnología como un valor que va mucho más allá de lo meramente instrumental, que tiene el potencial para enriquecer y redefinir la cultura profesional. El progreso en las comunicaciones, los útiles técnicos, los programas informáticos y la inteligencia artificial han de estar siempre al servicio de los valores éticos y deontológicos que caracterizan a las profesiones colegiadas. Pero los colegios profesionales debemos ir todavía más lejos, debemos poner en valor el desarrollo profesional continuo y fomentar la marca de profesional colegiado como elemento diferenciador y de garantía para la sociedad evitando, a su vez, el intrusismo profesional. Porque debe quedar muy claro que las titulaciones académicas no son un fin sino un medio para ejercer una profesión, aquella que, por otra parte, requiere una ética y deontología en su ejercicio, además de una actualización permanente de conocimientos que favorezca la excelencia profesional.
Identidad profesional digital
En Unión Profesional hemos decidido ponernos manos a la obra y diseñar entre todos sus miembros un proyecto de digitalización de las profesiones colegiadas. La iniciativa se inscribe en el marco del Grupo de Trabajo sobre Digitalización recién creado en Unión Profesional, que forma parte del Plan Estratégico de la institución hasta 2023. El Grupo de Trabajo sobre Digitalización es un espacio de encuentro que responde a la necesidad de abordar el cambio tecnológico que demandan los tiempos. Entre sus principales objetivos, generar una identidad profesional digital con capacidad para relacionarnos en el entorno virtual con todos los actores pertinentes: Administración, empleadores, clientes, usuarios o pacientes, además de aportar valor y marca a nuestros colegiados mediante información fidedigna procurada por los colegios profesionales.
¿Y cuál es el primer paso para la digitalización de las profesiones colegiadas? Lo hemos denominado Tarjeta Profesional Digital que, como indica su nombre, albergará una identificación profesional digital para los profesionales colegiados del estado español similar a la revolucionaria digital wallet aprobada por la Unión Europea. La tarjeta contendrá elementos acreditativos que identificará inequívocamente al titular en el mundo real, pero sobre todo será un medio que garantizará técnica y legalmente la identidad de un profesional colegiado en Internet.
Las corporaciones colegiales hemos de ser capaces de comprender la tecnología como un valor que va mucho más allá de lo meramente instrumental; que tiene el potencial para enriquecer y redefinir la cultura profesional
La Tarjeta Profesional Digital no pretende ser tan solo un compendio de la información del profesional colegiado que facilitará sus relaciones con Administraciones y demás interesados. Además, nuestro plan a medio plazo es que el profesional pueda acudir con la Tarjeta Profesional Digital a todos los escenarios virtuales propios de un médico, una arquitecta o un logopeda como si se tratara del mundo físico, con la garantía de idoneidad profesional avalada desde la corporación colegial.
La iniciativa nace al calor de políticas en marcha que han acelerado el debate y la inversión en los procesos de transformación digital de pymes y administraciones públicas, y que desde Unión Profesional queremos extender también al ámbito colegial. Nuestro proyecto de Tarjeta Profesional Digital busca así sumarse a iniciativas que se están llevando a cabo desde la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial con el ánimo de que fructifique en coordinación con la Administración. Los encuentros mantenidos hasta el momento con sus responsables apuntan en esa dirección, imprescindible para que las profesiones colegiadas proyecten con plenas garantías sus actividades hacia el futuro.
Estamos, por tanto, ante un reto compartido que requerirá muchos esfuerzos en nuestras instituciones, pero que cuenta con toda la fuerza que nos da la unión de las profesiones y que, por tanto, nos ha de ilusionar y motivar para hacer frente a las dificultades que podamos encontrarnos en el camino de este ambicioso y esencial objetivo.