21 de enero, Día Europeo de la Mediación
Más de diez años han pasado desde que se publicara la Directiva 2008/52/CE, de 21 de mayo, sobre ciertos aspectos de la mediación en asuntos civiles y mercantiles, siendo el año 2012 el que marcaba la entrada en vigor en España de la Ley que la trasponía. Esta norma venía a poner cierto orden y a homogeneizar la dispersión normativa autonómica existente hasta el momento en ámbitos concretos de la mediación tales como el civil y el mercantil, quedando excluidos los espacios relativos a la penal, con las administraciones públicas, la laboral y en materia de consumo.
¿En qué punto nos encontramos? ¿Qué manera se está marcando el rumbo de la mediación? ¿Qué papel juega cada una de las partes como actores implicados en su impulso?
Hemos asistido a un crecimiento lento de la mediación, en algunas ocasiones confundiendo el talante mediador o negociador de algunas personas con la verdadera esencia de la mediación en la que entra en juego un profesional debidamente formado desde el punto de vista teórico-práctico, con unos conocimientos muy específicos, focalizados a una labor muy concreta y sujetos a unos principios de actuación relevantes.
Partiendo de la premisa de que se trata de una valiosa herramienta, desconocida aún en términos generales en la sociedad civil, o mejor dicho, insuficientemente conocida, el impulso de la mediación es parte de nuestra responsabilidad como sujeto social, es decir, como administración pública, como instituto de mediación, como mediadores… como profesionales convencidos de la importancia de una Cultura de la Paz. Aquellos sobre los que recae la confianza del cliente que, a fin de cuentas, es a quien se debe orientar o recomendar las diversas vías a las que acudir para mejorar un aspecto concreto o circunstancia conflictiva de su vida.
CALENDARIO HASTA EL MOMENTO
El Consejo de Ministros aprobaba el Anteproyecto de Ley de Impulso de la mediación, que si bien requería de algo más de consenso en parte de sus disposiciones, representaba un compromiso asumido por el Gobierno en favor de ese «carro de una mediación» que ha de ser encabezado de manera determinante, pero teniendo en cuenta a los diferentes sujetos implicados ya que, si revisamos la evolución de la última década, sin duda es necesario un esfuerzo adicional por parte de todos para remar juntos en la misma dirección.
El Foro para la Mediación, iniciativa creada a principios de 2019 mediante la Orden JUS/57/2019, de 22 de enero, pretende hacer un trabajo de integración, de reorientación de todas y cada una de las visiones, trabajos, inquietudes de los citados colectivos, aunando así esfuerzos, guiando en una misma dirección los resultados del trabajo común. Tarea por otro lado nada sencilla. Queda aún un largo camino, a la espera de los resultados derivados de los grupos de trabajo constituidos en el seno del Foro: Formación en mediación; Asistencia gratuita en mediación; Observatorio y mapa de la mediación; y Calidad y código de las buenas prácticas en mediación. Se establece así una guía común, se acotan los ámbitos de trabajo, se orientan los esfuerzos y los resultados todavía están por llegar.
UNIÓN PROFESIONAL POR LA MEDIACIÓN
En este marco, tanto Unión Profesional como las 34 profesiones colegiadas españolas que la componen, llevan tiempo impulsando su compromiso con la mediación; un compromiso que Unión Profesional traslada tanto a los profesionales como a la sociedad, abogando por una Cultura de la Paz entendida desde la transversalidad y la multidisciplinaridad en la que prime la calidad del servicio profesional prestado por el mediador como figura clave.
De ello da cuenta el Estudio UP «Las organizaciones colegiales como instituciones de mediación» (2015), cuyos objetivos principales son impulsar unas bases comunes en todos los proyectos relacionados con la mediación puestos en marcha por los miembros de Unión Profesional, así como trabajar de manera coordinada con los diferentes Consejos Generales y Colegios Profesionales de ámbito nacional en la mediación, especialmente en marcos comunes referidos a conducta profesional y formación. Junto a este estudio también se publicó una breve guía con los aspectos básicos del mismo.
Unión Profesional aboga por una Cultura de la Paz entendida desde la transversalidad y la multidisciplinaridad en la que prime la calidad del servicio profesional prestado por el mediador como figura clave.
En la relación establecida con sus miembros, Unión Profesional sigue trabajando en la homogeneización de criterios relativos a la formación y criterios de actuación, así como la divulgación, e investigación. En este sentido, publica un Especial dedicado a la Mediación donde se puede advertir la labor singular realizada por cada uno de los Consejos Generales o Superiores y Colegios de ámbito nacional, quienes de primera mano nos cuentan su relación con esta materia y, por ende, el compromiso asumido con la sociedad en el impulso de una herramienta que tiene como objetivo reforzar un Cultura de la Paz.