El pasado 4 de septiembre, la entidad que agrupa a las profesiones colegiadas, Unión Profesional (UP), envió al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) una aportación en el trámite de consulta pública del borrador de actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2023-2030 (PNIEC).
Dicho Plan «persigue una reducción de un 23% de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) respecto a 1990. Este objetivo de reducción implica eliminar una de cada tres toneladas de gases de efecto invernadero que se emiten actualmente. Se trata de un esfuerzo coherente con un incremento de la ambición a nivel europeo para 2030, así como con el Acuerdo de París», tal y como se informa desde el MITECO.
Unión Profesional, en su compromiso con la transición energética y climática, así como con la mitigación de los efectos provocados por el cambio climático, ha enviado al Gobierno un breve resumen sobre la iniciativa llevada a cabo junto con la Cátedra de Ética Ambiental de la Universidad de Alcalá, con el fin de implementar la ética ambiental de manera transversal, en los códigos deontológicos de las profesiones colegiadas, normas de obligado cumplimiento para la o el profesional colegiado.
El propósito principal de Unión Profesional con esta aportación es la inclusión de la misma como acción transversal y buena práctica, apartado que dentro del PNIEC se refiere al desarrollo de acciones o transformaciones económicas, sociales, territoriales y de conocimiento, orientadas a favorecer la transición energética y climática.
El propósito principal de Unión Profesional con esta aportación es la inclusión de la misma como acción transversal y buena práctica, apartado que dentro del PNIEC se refiere al desarrollo de acciones o transformaciones económicas, sociales, territoriales y de conocimiento, orientadas a favorecer la transición energética y climática.
En el documento enviado se describe el trabajo realizado por ambas entidades —Unión Profesional y la Cátedra de Ética Ambiental— para la inclusión y concreción de conductas determinadas en los códigos deontológicos de las profesiones colegiadas, entre las que se encuentra la pretensión de la excelencia ambiental de los comportamientos profesionales, para, como se explica en el propio borrador del PNIEC, «un desarrollo y despliegue de las políticas y medidas compatibles con la conservación de la biodiversidad, el medio ambiente y la vida».