Algunas mejoras y persistencia de factores estructurales en las brechas económicas que afectan a las profesionales

Décima edición del estudio anual de Unión Profesional sobre la situación salarial y laboral de los y las profesionales.


Una recuperación robusta de la ocupación tras el periodo más intenso de la pandemia de COVID-19, y ligeras mejoras de las condiciones laborales de las profesionales pese a las dificultades del contexto económico reflejan un tono algo más favorable en la moderación de las brechas socioeconómicas en el ejercicio de las profesiones. Con todo, persisten desafíos estructurales asociados a la brecha salarial en el primer año de pandemia. Esta sería la síntesis principal del estudio anual que publica Unión Profesional en el marco del Día Internacional de las Mujeres.

Unión Profesional publica la décima edición de su Estudio UP: Sobre las brechas salariales y laborales entre hombres y mujeres en las profesiones. Un análisis anual realizado desde el 2014 que aborda la situación de desempeño de los y las profesionales con objeto de detectar los avances y retrocesos en materia de brecha económica y condiciones laborales en el ejercicio profesional.

Cabe recordar que este trabajo se encuentra en el compromiso de esta asociación con la promoción de la igualdad de género recogido en su Plan Estratégico en sintonía con la Agenda 2030 de Naciones Unidas y con la Estrategia para la Igualdad de Género 2020-2025 de la Comisión Europea.

Entre las principales conclusiones de esta nueva edición del estudio se apunta:

BRECHA SALARIAL: la brecha salarial en el subsector de servicios profesionales repuntó al 14,43% en el 2020. Con esta subida se rompe la tendencia de moderación en el periodo previo a la pandemia de COVID-19. En la dirección, la brecha es todavía más alta con un 17,68%, pero en este caso se moderó más de dos puntos frente al 2019. A tal efecto, las mujeres mayores de 25 años representan el 33,4% de los puestos directivos en España, porcentaje más bien estancado en los últimos años, y que apuntaría al fenómeno conocido como ‘techo de cristal’.

La evidencia sugiere que las diferencias retributivas encuentran razón en dos factores principales: los complementos salariales en materia de antigüedad, formación académica, pluses de nocturnidad, trabajos en días festivos o de peligrosidad que, habitualmente, suelen ser mayores en los hombres; y, por otro lado, las condiciones laborales, pues las mujeres tienen mayor representación en la contratación temporal, el ejercicio a jornada parcial y más rotación y estacionalidad de empleos. Sin embargo, la publicación de datos oficiales adolece de tener una mayor actualización y desagregación sectorial para poder calibrar con más precisión el impacto de distintos fenómenos en la brecha salarial.


CONDICIONES LABORALES: el año 2022 muestra una mejoría general en las condiciones laborales de las mujeres profesionales. Se aprecian reducciones en la ocupación a tiempo parcial, en la contratación inferior a un año, en la rotación del empleo y en el fenómeno del subempleo. 

La reforma laboral podría haber tenido un impacto positivo en este sentido. Especialmente, en la medida que estos factores explicarían buena parte de la brecha salarial que se registra años en los últimos años. Por tanto, la ligera mejora de estas condiciones no debería, cuando menos, perjudicar la reducción de la brecha salarial en las profesiones en los datos que se publiquen a corto plazo en el INE. 

Sin embargo, estos factores aún muestran porcentajes más elevados para las profesionales que sus compañeros. Situación que tiene múltiples implicaciones. Entre ellas, limitaciones y circunstancias que pueden presentarse a medio y largo plazo en el desarrollo óptimo y potencial de la carrera profesional de las mujeres. 

En esta línea, hay que apuntar elementos como la estructura de contratación tendente a la jornada parcial, y la estacionalidad y rotación del empleo que estaría afectando más a buena parte de las profesionales. Todo ello también sería necesario ponerlo en contraste con la asunción de los cuidados en el entorno personal que suele recaer más en las mujeres y puede llevarles a demandar menos empleo. 


OCUPACIÓN Y PARO: el año 2022 concluyó con un incremento medio de la ocupación del 1,84% de las mujeres profesionales, dos décimas más que el aumento de sus compañeros. Ello permitió que el porcentaje de ocupación de las profesionales en el subsector de servicios profesionales creciera cinco centésimas respecto al 2021 hasta el 66,96%, el dato más alto en la serie histórica iniciada en el 2008. En otras palabras, dos de cada tres personas ocupadas en el subsector de servicios profesionales son mujeres.

Además, el total de hombres y mujeres que ejercen profesiones mostraron una subida en el número total de horas efectivas semanales trabajadas. En ambos casos muestran un crecimiento robusto del volumen de horas trabajadas en total frente al 2021 y al 2019, antes de la pandemia. El montante de horas trabajadas por las profesionales tuvo un incremento superior al de sus compañeros en el ámbito sociosanitario, de enseñanza y el inmobiliario.

La tasa de paro en las profesiones entre hombres y mujeres quedó por debajo del 5% en el 2022. Una situación de desempleo friccional o cercana al pleno empleo. Con todo, en 9 de las 14 divisiones pertenecientes o relacionadas con las profesiones la tasa de paro fue mayor en las profesionales. Una división más que en el 2021.

Por su parte, las mujeres con educación superior configuran el grupo mayoritario en el mercado laboral al representar el 24,48% de toda la ocupación, dos décimas más que en el 2021. Una de cada cuatro personas ocupadas en España es una mujer con educación superior. No obstante, la sobrecualificación en España afecta al 35,3% de las mujeres con educación terciaria, diez puntos más que en la Unión Europea. 

Al mismo tiempo, las mujeres con educación superior suponen el 22,71% del volumen de personas que manifiestan estar en subempleo (desearían trabajar más horas de las que realizan y tienen disponibilidad para ello). Este porcentaje es cuatro centésimas inferior al 2021, pero casi dobla el dato de sus compañeros. 

DESCARGAR Estudio UP: Sobre las brechas salariales y laborales entre hombres y mujeres en las profesiones.