El subsector de las profesiones colegiadas se pronuncia ante el Estado de Alarma decretado por COVID-19.
El 14 de marzo del 2020 pasará a la historia de nuestro país como el primer día en el que un virus (COVID-19) provocó que el Gobierno declarase en todo el territorio nacional el Estado de Alarma, un régimen excepcional, de carácter militar, que se declara para asegurar el restablecimiento de la normalidad de los poderes en una sociedad democrática.
Durante, en principio, quince días, la ciudadanía tiene la obligación pero también la responsabilidad de confinarse en sus hogares a fin de reducir al máximo las posibilidades de contagio de un virus que inició su periplo en la ciudad china de Wuhan y que se ha ido extendiendo por todo el mundo, siendo Italia y España, hasta el momento, los principales focos en Europa del contagio.
Ante esta situación excepcional, los Consejos Generales y Superiores y los Colegios de ámbito nacional, asociados a Unión Profesional han lanzado una serie de comunicados, notas de prensa y recomendaciones, así como han exigido al Gobierno medidas imprescindibles para que sus profesionales desempeñen su labor de la mejor manera posible, no solamente en estos momentos de alarma sino sobre todo cuando pase la misma y la huella de la crisis sanitaria se traslade a niveles sociales y económicos.
Durante, en principio, quince días, la ciudadanía tiene la obligación pero también la responsabilidad de confinarse en sus hogares a fin de reducir al máximo las posibilidades de contagio del COVID-19
El sector sanitario, héroe popular
El ámbito sanitario, aplaudido diariamente por gran parte de la ciudadanía desde sus casas en señal de sincero agradecimiento al trabajo que incansablemente están realizando sus profesionales, ha puesto los medios necesarios para aumentar el número de efectivos, a la vez que han solicitado el aumento urgente de materiales -tales como mascarillas o guantes quirúrgicos- que, debido a la fuerte demanda, escasean.
El Consejo General de Colegios de Médicos, tras lanzar su comunicado de apoyo a sus profesionales, informaba de la intención de los Colegios de Médicos de facilitar a los facultativos sin actividad o residentes reforzar la asistencia sanitaria.
Desde el Consejo General de Dentistas, se lanzaba una serie de recomendaciones dirigidas principalmente a los profesionales colegiados, a los que se les solicitaba «responsabilidad» ante la situación sanitaria existente.
El estado de alarma declarado por el Gobierno tan solo permite la apertura de establecimientos de alimentación y farmacias. Estas últimas forman una red sanitaria y social, amparada por el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, entidad que inmediatamente ofreció a los farmacéuticos como fuerza de choque contra el COVID-19, además de advertir a los ciudadanos de las «nuevas medidas que se llevarían a cabo en las farmacias» con el fin de mitigar los contagios.
Recomendaciones que también trasladaba el Consejo General de Colegios de Fisioterapia a sus profesionales y también a los ciudadanos, «cuyos tratamientos deben dispensarse con plenas garantías de seguridad y atendiendo a la necesidad primaria de revertir la curva de contagio».
Muchos han sido los presidentes de estas corporaciones colegiales sanitarias los que se han dirigido a través de sus redes sociales a los profesionales que representan, agradeciéndoles su dedicación. Así lo hacía el presidente del Consejo General de la Enfermería, un colectivo que lanzó también recomendaciones propias a la ciudadanía para cumplir con el «aislamiento domiciliario por el COVID-19».
A la responsabilidad también aludían desde el Consejo General de Colegios de Veterinarios, entidad que recomendaba no participar en aglomeraciones, así como el Consejo General de Colegios de Logopedas que instaba «a todos los profesionales logopedas a seguir rigurosamente todas las medidas de prevención indicadas por el Ministerio de Sanidad y las administraciones autonómicas competentes frente a esta situación».
También el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas publicaba una serie de recomendaciones para limitar la infección del COVID-19.
Esta crisis sanitaria ha afectado a todas las profesiones colegiadas, que han emitido notas de prensa, comunicados y recomendaciones con el fin de salvaguardar a sus profesionales, pero sobre todo contribuir al interés general de la población.
Necesidad de seguridad jurídica y medidas económicas
Así, desde el ámbito jurídico, el Consejo General de la Abogacía, proponía la asistencia de los letrados a los detenidos de manera telemática, así como distribuía entre los abogados y abogadas, una guía online con normativa específica del estado de alarma.
Por su parte, el Consejo General del Notariado, a la misma vez que garantiza los servicios de urgencia, solicitaba «colaboración ciudadana». Así como recordaba como los notarios pueden ayudar a los empresarios.
Fueron los gestores administrativos, quienes desde el órgano que les representa, pidieron al Gobierno la toma de medidas urgentes para lograr aliviar a las pymes y autónomos en circunstancias como las que económicamente van a producirse, solicitando en primer lugar «retrasar un mes las obligaciones administrativas».
Las profesiones frente al confinamiento doméstico
Debido al estado de alarma, muchos trabajadores han optado, siguiendo las recomendaciones sanitarias, por el teletrabajo, lo que ha supuesto vivir y trabajar en el mismo sitio. Algo que no ha pasado desapercibido para el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos de Telecomunicaciones, entidad que publicaba una guía online con aplicaciones para no disminuir el rendimiento.
Por su parte, el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas, hacía llegar también a través de sus redes sociales una serie de consejos para garantizar el «correcto funcionamiento de los edificios» y el Consejo de la Educación Física y Deportiva recomendaba toda una batería de apuntes para mantener el tono físico en tiempos de confinamiento doméstico. En esta línea, la cuestión psicológica también ha sido abordada desde el Consejo General de la Psicología.
Ante la situación que se está provocando con el COVID-19, y como medida cautelar hasta que se tomen las oportunas decisiones por los organismos competentes, el Colegio de Registradores recordó a los ciudadanos las posibilidades de acceso telemático a los Registros.
Por su parte, el Consejo General de Economistas, durante el estado de alarma, trasladó a las autoridades administrativas, a los profesionales y a la sociedad en general «una serie de dudas, reflexiones y propuestas de urgencia de carácter económico –todas ellas desde un punto de vista técnico– que fueron elaboradas por los Servicios de Estudios del Consejo General de Economistas de España y que abarcan las diferentes áreas de actividad de los economistas (fiscalidad, finanzas, empresas, laboral, contabilidad, auditoría…)».
Actuaciones técnicas imprescindibles
No todos los trabajos se pueden llevar a cabo utilizando medios telemáticos, de ahí que haya habido corporaciones colegiales que hayan enfocado las recomendaciones a sus profesionales en cómo desarrollar su labor en lugares externos, tales como el Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, en el caso de obras en ejecución. También en este tipo de obras se pronunciaron mediante un comunicado conjunto, el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos y el Consejo General de la Arquitectura Técnica, trasladando una serie de pautas de actuación en el caso de la dirección facultativa de dichas obras.
Previamente a la declaración de estado de alarma y antes de que el Gobierno transmitiera la total seguridad de que el abastecimiento alimentario estaría garantizado, muchos ciudadanos llenaron las tiendas de alimentación tratando de aprovisionar y almacenar productos. Fue por ese motivo, por el que el Consejo General de Colegios de Ingenieros Técnicos Agrícolas, emitía un comunicado en el que expresaba de manera contundente: «Desde nuestra institución queremos tranquilizar a los ciudadanos en relación al abastecimiento de alimentos. Las explotaciones agrarias y ganaderas continúan sus procesos productivos, proveyendo de materias primas a la industria, y de alimentos a la cadena alimentaria. No hay necesidad de acumular alimentos que, probablemente, en el caso de los perecederos, se acabarán deteriorando sin poder consumirlos».
Desde el Consejo General de Ingenieros Técnicos Industriales hacían hincapié en la labor de los ingenieros, «que consiguen que todo funcione correctamente, muy especialmente en los hospitales o aquellos responsables del funcionamiento de los servicios básicos y esenciales». Y es que, tal y como reza su comunicado, en su ADN, «llevamos incorporados como elementos prioritarios la seguridad y la salud de las personas».
No dejar a nadie atrás
Si algo nos ha hecho recapacitar la improvisada llegada de este virus ha sido la considerable relevancia de permitir que la investigación y que la ciencia avance. Por eso, el ámbito profesional científico, ha querido mostrar su responsabilidad con el estado de alarma decretado, suspendiendo sus actos ordinarios en el Colegio Oficial de Geólogos y uniendo fuerzas para recordar la responsabilidad que tenemos toda la ciudadanía, contribuyendo a la serenidad para que la situación se normalice cuanto antes, tal y como advierte el Colegio Oficial de Físicos.
La situación excepcional a la que la sociedad española se enfrenta supone también no olvidarse de aquellos que se encuentran en circunstancias vulnerables, de quienes, entre otras profesiones, se ocupan los trabajadores y trabajadoras sociales, cuyo Consejo General un documento en el que unificó varias recomendaciones específicas para quienes desempeñan el trabajo social.
«Algunos recursos han quedado temporalmente cerrados y, desde la Educación Social, somos plenamente conscientes del impacto que está teniendo en vuestras vidas asumir esta inesperada responsabilidad ciudadana, con la que, previsiblemente, tendremos que seguir durante varias semanas. Todas y todos debemos felicitarnos por la ejemplar respuesta, lo estamos haciendo fenomenal». De esta manera se dirigía a la ciudadanía el Consejo General de Colegios de Educadoras/es Sociales, entidad que solicitaba responsabilidad y el seguimiento riguroso de las indicaciones de las autoridades, lo que reforzará, según este colectivo, «la unidad y los valores democráticos».
En esta crónica hemos querido plasmar el compromiso colectivo de las profesiones colegiadas ante el actual estado de alarma ocasionado por el COVID-19. Recogemos el inicio de una serie de acciones y comunicados que están siendo recopilados en el siguiente espacio.