Unión Profesional analiza el detalle de la situación laboral de las profesionales en España cuyos resultados presentan claras áreas de mejora económica y social.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, Unión Profesional apela a un mayor compromiso del conjunto de organizaciones de la sociedad civil para proseguir con la disminución de la brecha salarial y mejorar las condiciones laborales con las que ejercen, en este caso, las mujeres dentro del ámbito de las profesiones colegiadas.
Son numerosas las instituciones que, recientemente, han subrayado la falta de igualdad efectiva en este ámbito en particular. Desde el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad se anunciaba la nueva Herramienta de autodiagnóstico de brecha salarial de género, que «permite a las empresas detectar las desigualdades retributivas entre mujeres y hombres». En este sentido, UGT incidía en que «todos los sectores de actividad están afectados por brechas salariales, las más perjudicadas las mujeres en sectores feminizados con salarios muy bajos», según su informe La igualdad salarial, un objetivo pendiente. Publicaciones realizadas en el contexto del Día Europeo de la Igualdad Salarial.
En esta línea, y conforme a los estudios realizados durante los últimos años, Unión Profesional ha analizado el estado y tendencia del mercado laboral cuyas conclusiones desprenden cierto estancamiento en la confluencia entre los y las profesionales en materia laboral a pesar de ciertos avances.
Ligeros progresos en ocupación y desempleo
A la luz de los datos examinados que ofrece la última Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre del 2015 se observan leves mejoras a nivel de ocupación en el último año para las mujeres que desarrollan profesiones liberales. De tal forma, hay que subrayar el incremento de ocupación de las mujeres profesionales que alcanzó el 4,19% anual en 2015 respecto al cuarto trimestre del 2014. Un dato superior al 3,86% de crecimiento de sus compañeros. Además, las mujeres ocupadas con educación superior subieron un 4,27% anual por solo un 0,59% de sus homólogos y suponen 1 de cada 5 ocupados en España y el 47,86% de total de mujeres ocupadas.
No obstante, persiste la feminización en la categoría de actividades sanitarias y sociales que llega hasta casi el 80%. Si bien, en las actividades profesionales, científicas y técnicas, la paridad está más cercana con el 48,45% que suponen las mujeres, medio punto más que en el 2014.
Por su parte, en el plano del desempleo, cabe destacar la caída de la tasa de paro de las mujeres del grupo de edad entre 40 y 49 años que han pasado de un 8,16% en el 2014 a un 4,51% en el 2015, más en consonancia con el dato de sus compañeros de profesión y edad que cerraron el pasado año en el 4,12% al subir ligeramente. También, en el caso de las profesionales de 25 a 29 años, el desempleo se ha reducido hasta el 8,51% desde el 11,27% que registraba en 2014.
Predominio del empleo temporal y la jornada parcial para las profesionales
Sin embargo, detrás de los datos relativamente positivos se detecta un aumento de la precariedad en las condiciones laborales del empleo que llevan a cabo las profesionales. La más significativa es, sin duda, la brecha salarial, bajo la cual, una profesional percibe un 30% menos de retribución por la misma profesión que realiza un hombre de acuerdo a la última Encuesta Anual de Estructura Salarial 2013.
Esta diferencia tiene su explicación en el tipo de contrato y jornada, que está relacionada, a su vez, con el reparto de roles asignados a género. De este modo, es preciso señalar que casi una de cada tres profesionales de las actividades sanitarias y sociales tienen contrato temporal al igual que prácticamente el 14% de aquellas que llevan a cabo actividades profesionales, científicas y técnicas. Reparto similar pero con porcentajes superiores al de los hombres. Asimismo, si se pone el foco en las horas desempeñadas, 1 de cada 5 mujeres profesionales realizan su actividad a jornada parcial, mientras que en el caso de ellos, esta proporción se reduce a 1 de cada 10.
En consecuencia, se corrobora de nuevo que esta problemática social es inherente a todos los sectores económicos y de orden social. Una cuestión estructural que, desde la esfera de las profesiones y sus organizaciones colegiales se aconseja abordar desde una perspectiva crítica que cuestione los roles asignados por razón de género. La brecha que afecta a las profesionales tiene carácter poliédrico, pues afecta a mujeres y hombres en todos los ámbitos, no solo el profesional. Es preciso trabajar cuestiones como la formación —que también proveen los colegios profesionales—, la sensibilización en materia de género a todos los niveles, y hacer visible en el ámbito público la significativa fuerza laboral que suponen las mujeres; todos estos, argumentos de calado defendidos por Unión Profesional.
Notas anteriores: 2014 / 2015.